Dentro de 10 días se consumará la destrucción del sistema judicial tal como lo conocemos. México se convertirá en el primer país del mundo en donde los jueces, magistrados y ministros serán electos por ‘voto popular’ y no por sus capacidades o experiencia.
Y entrecomillo ‘voto popular’ porque está claro que el 90 por ciento de las y los candidatos que aparecerán en las boletas cuentan con el palomazo de la 4T. Algunos de ellos, incluso, cuentan con una dudosa reputación o con nexos con delincuentes.
Además de este grupo preseleccionado, ahora corren acordeones con los números y nombres de los ‘preferidos’, una forma, aseguran, de facilitarle la vida a quienes irán a las urnas el próximo domingo 1 de junio.
Y aquí les pregunto, estando en la recta final de las campañas, ustedes ya saben ¿por quién van a votar?, ¿Cuál de las o los candidatos tiene la mejor preparación?, ¿quién de ellos tiene propuestas que realmente puedan ayudar a mejorar la justicia en México?
Bueno, no vayamos tan lejos… ¿Ya conoce el nombre y número de alguno de los aspirantes que aparecerán en las seis boletas que le entregarán en las pocas casillas que se colocarán?
Si la respuesta a estas preguntas es no, déjeme decirle que no tiene que preocuparse, estamos en las mismas y muy seguramente la mayoría de los lectores estarán igual.
Entre la falta de unas campañas reales, el desconocimiento de las atribuciones de un Juez de Distrito o un Magistrado y el ciento de inconsistencias e ilegalidades en este proceso electoral, el desinterés se ha multiplicado.
A estas alturas no tengo ni la más mínima idea de quiénes están postulados ni de qué color serán las boletas o si la casilla en donde siempre voto estará habilitada.
El micrositio del INE Cónoceles, Practica y Ubica es un buen intento y un esfuerzo loable ante el raquítico presupuesto con el que opera el Instituto Nacional Electoral, sin embargo, no logró despertar el interés de los votantes.
Y justamente ese desdén, ese desinterés, es parte importante del problema. Los nuevos jueces, mayoritariamente afines a la 4T, ni siquiera tendrán que rendir cuentas a los ciudadanos, porque el abstencionismo será histórico.
Es un hecho irrefutable que casi todos los cargos recaerán en manos del régimen, ya sea por los ‘acordeones’ o porque sólo los obligados irán a las castillas.
Y para quienes pregunten, yo tengo claro que no iré a votar, no estoy dispuesto a prestarme a esta farsa que legitimará la muerte del Poder Judicial.