La tarde noche del sábado pasado se registró un choque más entre dos unidades del transporte público. El saldo del “accidente” en la Rivera Anaya fue de 17 personas lesionadas, 16 de ellas tuvieron que ser trasladadas a un hospital para su atención.  

Hace menos de un mes, el 19 de junio, otro “accidente” se presentó. En esa ocasión un microbús de la ruta 45-A ocasionó un percance vial que dejó al menos 10 lesionados como resultado del exceso de velocidad y los efectos del alcohol que tenía el chofer.  

Y esa vez se habló de revisar nuevamente las condiciones en las que se presta el servicio de transporte público por parte de los choferes y concesionarios, pero poco o nada se resolvió.

Ni la amenaza de revisar todas las concesiones de esa ruta lograron hacer la presión suficiente para que el irresponsable chofer que ocasionó el “accidente” se hiciera responsable de pagar los daños a las personas que sin deberla ni temerla terminaron con lesiones.  

Este sábado en el “accidente”, y lo entrecomillo porque son hechos que bien podrían evitarse, otra vez el exceso de velocidad habría estado presente en el percance vial.

¿Hasta cuándo los poblanos tendrán que seguir soportando a los irresponsables que manejan las unidades de transporte público sin entender que trasladan vidas

Con este par de ejemplos uno se pregunta si realmente la mafia de los transportistas es intocable, si son más fuertes que la ley o si simplemente desde la Secretaría de Movilidad y Transportes nadie quiere mover ni un dedo para no despertar a la secretaria Elsa Bracamontes con temas que atañen a “esos pobres, que también son personas”. 

Esperemos que en este como en los anteriores y en los futuros accidentes viales donde el transporte público se vea involucrado se tomen medidas ejemplares, que obliguen a los concesionarios a pagar los gastos médicos y la reparación del daño a quienes han tenido la desgracia de viajar con alguno de los irresponsables que por jugar carreritas o manejar en estado de ebriedad arriesgan vidas.

La Maldita Necedad

La quinta ola de Covid ha causado en nuestro país que desde hace una semana cada día se sumen más de 30 mil contagios nuevos

Con todo y que no se hacen las pruebas suficientes ni se lleva un adecuado conteo de los infectados, las cifras son altísimas.  

Y uno pensaría que con dos años de experiencia los gobernantes ya hubieran comprendido que el uso del cubrebocas y la sana distancia son parte esenciales para cortar las cadenas de contagio.  

Pero la realidad es que a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, le importa más recuperar puntos que evitar que los hospitales se saturen y con ello, las muertes por Covid vuelvan a los hogares de los capitalinos.   

Este fin de semana cientos, miles de almas se reunieron en la plancha del zócalo para disfrutar de un concierto masivo sin importar que los contagios indican que se trata de los peores días para salir y asistir a eventos masivos.  

Sin duda es responsabilidad de cada uno asistir o no a los eventos masivos, pero como diría Juanga ¿Qué necesidad?