El pasado jueves en el Complejo Metropolitano de Seguridad se vieron muchas cosas buenas cuando el mandatario poblano, Miguel Barbosa Huerta.  

Ahí puso en marcha la iluminación del Periférico Ecológico, una obra por demás esperada y necesaria.  

Fue un evento muy lucidor.   

Ese día, sin embargo, también hicieron acto de presencia algunas personas ligadas a la tan criticada administración de los chiapanecos en la Secretaría de Seguridad Pública.  

Aquella administración que el mismo gobernador se dijo engañado y señalada de diversas y graves irregularidades.  

Particularmente hablamos de Sebastián Baca, quien fue integrante la oficina de Raciel López Salar.  

Este personaje se presentaba públicamente como “secretario particular” de Raciel y lo acompañaba de un lado a otro.   

Baca se placeaba en los eventos junto a López Salazar y a todos, quería dar instrucciones, asegurando que era el “secretario particular del Señor Secretario”.   

Fue precisamente Sebastián Baca quien se encargaba de hablarle a Raciel sobre algunos integrantes del gobierno, o mejor dicho le mal hablaba o mal informaba.   

La prepotencia con que Sebastián Baca suele tratar a funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública y ajenos a ella, cobijado siempre en su cargo de “particular del Señor Secretario”, comenzaron a provocarle problemas a López Salazar, quien un día sí y otro también, recibía quejas del trato de esta persona.  

Fue tal la cantidad de problemas que le generó Baca al chiapaneco que se vio obligado a sacarlo de su oficina y ordenar su baja.  

Sebastián Baca, sin embargo, obtuvo cobijo de otra chiapaneca, Judith Torres Vera, en la Dirección de Prevención del Delito.  

Ahí se mantuvo escondidito, sin casi respirar, rezando para que López Salazar no se diera cuenta que permanecía en la nómina de la Secretaría de Seguridad Pública.  

Justamente por aquellas fechas era asesinado en la frontera con Guatemala, el hermano de Judith Torres Vera en un multihomicidio que se vinculó con las disputas entre carteles del narcotráfico de aquella zona.    

Ese homicidio hizo crecer las alertas en Puebla sobre la administración chiapaneca.  

Luego el gobernador ordenó un cambio radical en la Secretaría de Seguridad Pública que provocó la salida de todo el grupo que llegó con López Salazar.  

O bueno, casi todo su grupo.  

El pasado jueves durante la inauguración del alumbrado público hizo aparición nuevamente Sebastián Baca.  

Increíblemente, ahora reapareció de nuevo ostentándose ¿con cuál cargo cree?  

Adivinó: “particular del Señor Secretario de Seguridad Pública”.   

Así que no, no todo el grupo de Raciel López Salazar se ha ido, y las prácticas de prepotencia de Sebastián Baca, persisten.  

Al menos hasta que meta en problemas a su nuevo jefe.  

Tiempo al tiempo.