En el marco de los eventos que realiza el Instituto Electoral del Estado (IEE), el pasado 9 de julio se llevó a cabo la exposición del libro Democracia en punto de inflexión: Reflexiones del Proceso Electoral 2020-2021, con la presentación de la consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), Norma Irene de la Cruz Magaña.
El evento estuvo atiborrado de funcionarios electorales de todo el país, incluido Puebla.
Entre los asistentes estuvieron presentes Alfonso Roiz Elizondo, consejero electoral en la Comisión Estatal Electoral Nuevo León y coordinador de la publicación; José Valente Tallabs González, académico de la UPAEP; y los consejeros de Puebla, el presidente del IEE, Miguel Ángel García Onofre, y Susana Rivas Vera.
Además de Olga Viridiana Maciel Sánchez, consejera electoral del Instituto Estatal de Baja California; Claudia Arlett Espino, secretaria de Estudio y Cuenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), y Luigi Villegas Alarcón, consejero en la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León.
Empero, el evento habría pasado desapercibido si no fuera porque curiosa o extrañamente, al acto asistió la aspirante a consejera presidenta del IEE, Itzel Eugenia Morales Ortiz.
Quién sabe si la susodicha se presentó como invitada o hizo presencia al evento por decisión propia.
Dijera el clásico: ¿quién pompó?
¿O con qué interés habrá asistido a un evento oficial cuando ella aún no tiene cargo alguno?
Al evento sólo estaban convocados e invitados miembros de una asociación nacional de consejeros electorales, representantes de partidos y personal del IEE.
Insisto, ¿con qué finalidad habrá asistido al acto Morales Ortiz?
¿De parte de quién?
Y lo señaló porque parece que Itzel Eugenia Morales habría pretendido aprovechar la asistencia de la consejera Norma Irene de la Cruz para acercarse y promoverse como la próxima presidenta del IEE.
¿Qué no se supone que, según la ley, en este tipo de procedimientos está prohibido tener contacto con los encargados de hacer la designación en el organismo electoral local?
¿Quién habrá sido el inteligente que se atrevió a violar la ley y el procedimiento, a tal grado de que pudiera ser cuestionado o puesto en entredicho?
¿O será que a la aspirante a consejera poco le importo cuidar las formas porque asegura contar con el apoyo de la consejera Dania Paola Ravel Cuevas, presidenta de la Comisión de Vinculación, para su designación?
¿No tendría que excusarse la consejera Dania Paola Ravel en aras de cuidar el procedimiento, ante la cercanía con la aspirante Itzel Eugenia Morales Ortiz?
¿O será que el IEE ya de plano organiza presentaciones de libros como pasarela de los favoritos a ocupar su presidencia?
¿Qué pensarán los consejeros nacionales de que los utilizaron?
¿O también forman parte del aparente entuerto en el IEE?
¿Y qué pensará el resto de las aspirantes a la titularidad del IEE, sobre todo de que se utilicen consejeros nacionales, integrantes de la Comisión de Vinculación, como es el caso de la consejera Norma Irene de la Cruz, para favorecer ciertos intereses?
Por cierto, ¿qué pensará la consejera nacional de haber sido utilizada?
Vaya lío en el que están metidos en el IEE.
A ver si no les sale el chirrión por el palito.
Y es que ¿Puebla merece una presidenta que desde antes de la etapa de entrevistas ya obedezca intereses extraños?
Y lo peor: ¿se atreverán en el IEE a designar a alguien que, en su currículo publicado en la página del INE, carece de experiencia en cargos de dirección, ya que sólo cuenta con nombramientos a nivel distrital?
¿Serán más fuertes los intereses que la capacidad en el IEE?
Preguntas, sólo preguntas.
Lo cierto es que huele a nuevo escándalo en el instituto.
Tiempo al tiempo.