Mientras la delincuencia continúa realizando actos de terrorismo, ahora en Ciudad Juárez, Chihuahua, los helicópteros de la Marina se encuentran en el otro extremo de nuestro país atendiendo temas completamente irrelevantes.
Las fotografías y videos que se viralizaron sobre la llegada a Macuspana de “Pochi”, la mascota del equipo de beisbol Olmecas de Tabasco, en un helicóptero de la Secretaría de Marina, incluso escoltado por elementos de la Semar, refleja las prioridades del comandante supremo de las fuerzas armadas, Andrés Manuel López Obrador.
Ante los actos terroristas en Jalisco, Guadalajara y Chihuahua, Andrés Manuel no solicitó que las fuerzas armadas pusieran un alto a la delincuencia organizada ni detuvieran a sus líderes.
Su inacción no es nueva. Tampoco se le ocurrió a López Obrador que las aeronaves de la SEMAR podrían utilizarse para trasladar a Ovidio el día que lo detuvieron para trasladarlo de manera inmediata y así evitar que lo pusieran en jaque y lo obligaran a doblar las manos, al grado que tuvo que soltar al hijo de El Chapo.
Al igual que ayer, cuando señalé la tibieza de las palabras de AMLO contra los actos terroristas, la falta de acción del presidente en Ciudad Juárez nos lleva a preguntarnos si está con ellos o lo tienen amenazado.
¿Cuántas veces más tendremos que reportar masacres o actos de terrorismo en las ciudades, en las pizzerias, en las tiendas de conveniencia, antes de que AMLO reconozca que su política de ‘abrazos no balazos’ está matando a cientos, miles de mexicanos?
Las cuatro víctimas mortales -que hasta esta noche se conocen- en la pizzeria y las dos mujeres que fueron asesinadas y calcinadas en una tienda estilo Oxxo tienen a una Ciudad Juárez bajo fuego, pero pareciera que eso no le importa al presidente.
Lamento mucho la muerte de seis personas, entre ellos dos comunicadores, sin embargo, lo que hoy más me duele es que cada día los mexicanos perdemos espacios y libertades. No imagino el miedo que tendrán los padres norteños al saber que sus hijos van a una pizzería.
Cadena de mando
Sobre el uso del helicóptero para que el juego en Macuspana, Tabasco, contara con la mascota, es imperante que se deslinden responsabilidades. El desvío de recursos públicos en ese acto es más que evidente y alguien tendrá que responder, ojalá sea el jefe, ese al que se le ocurrió que podría ser una brillante idea.