Las libertades son los pilares más sólidos en los que se sostiene la democracia, hoy en México la libertad de expresión está bajo ataque.
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
No se puede ni se debe tomar como un triunfo para la libertad de expresión en México, la declaratoria de invalidez por parte del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, aprobada en el 2017.
Esta reforma planteaba la posibilidad de censura en los contenidos emitidos por los concesionarios de radio y televisión, así mismo se obligaba a estos medios de comunicación a diferenciar sus contenidos de opinión o editoriales, de la información general, así como aquellos que fueran publicitarios, el decreto de reforma fue considerado inconstitucional por la totalidad de los 11 ministros de la Corte, debido a que para su aprobación en el Senado se cometieron diversas violaciones al proceso legislativo.
Es importante remontarse al origen que motivó esta reforma, en el 2013 derivado de las negociaciones del pacto por México que impulsaban acuerdos legislativos entre el PRI, PAN y PRD, el gobierno de Enrique Peña Nieto, necesitaba los votos de la izquierda para la aprobación de su reforma energética, la izquierda acusaba a los concesionarios de la radio y televisión de no haberle dado la cobertura necesaria a la campaña de su candidato en la elección presidencial del 2012 Andrés Manuel López Obrador, a causa de ese resentimiento negociaron su apoyo a la reforma energética a cambio de incluir en la Ley federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, el artículo sobre “derechos de audiencia” mismos que promovían la censura en los contenidos.
La verdadera batalla por la libertad de expresión en México, se librará durante los próximos meses puesto que la SCJN falló sobre la forma y no sobre el fondo, y la discusión regresa al Congreso de la Unión y con el inicio del periodo ordinario de sesiones que se lleva acabo de septiembre a diciembre, habrá un intenso debate con un enorme riesgo de que se aprueben las iniciativas presentadas en marzo de este año, impulsadas por la influencia entre otros de Jenaro Villamil y Epigmenio Ibarra en el grupo parlamentario de MORENA.
Esta propuesta de la 4T principalmente busca tres cosas:
1. Que los defensores de la audiencia, que casi todos son de radio y televisión que hoy son nombrados por cada estación o canal, sean relevados por defensores nombrados por el Estado.
2. Quieren tener la facultad de suspender en automático los noticieros de radio y televisión por violaciones a las audiencias.
3. Que los códigos de ética que rijan sean elaborados por el Estado.
Si los medios de comunicación incumplen cualquiera de estos tres puntos serán sancionados, además de tener que diferenciar entre la información y la opinión, este planteamiento busca censurar la libertad de expresión y de opinión en la radio y televisión mexicana.
Estos mecanismos de censura nos acercan cada día más a la concepción de un régimen autoritario en detrimento de nuestra democracia, que tantos años de lucha nos costó a los mexicanos.
¡LIBERTAD PATRIA Y DEMOCRACIA POR ENCIMA DE QUIEN SEA!