Llega la fecha que nos recuerda que apenas hace 69 años a las mujeres se nos otorgó nuestro derecho a votar y ser electas.
Fecha que si bien representa una época tan diferente a la actual, pareciera también muy similar.
En aquella, el movimiento sufragista había tomado forma, hicieron de los derechos políticos su causa, se organizaron, levantaron la voz, exigieron, conquistaron.
En la época actual, las mujeres organizadas en partidos políticos, organizaciones civiles y en lo individual y muchos hombres afines, hacen suya la causa de la progresividad de esos derechos adquiridos y el reconocimiento del resto de los derechos humanos de las mujeres que nos siguen siendo negados, levantan la voz, exigen y enfrentan desde diversas trincheras los intentos de retrocesos que quieren imponer y los retrocesos mismos.
Un recuento de nuestros derechos políticos nos permite ahondar en la reflexión.
En 1917, se nos niega este derecho en la Constitución. Se incluyen en 1945 y 1953 (voto municipal, voto universal). Una nueva conquista en 2014 se incorpora en nuestra Carta Magna el Principio de Paridad. En 2020 transitamos hacia la progresividad de nuestros derechos al incorporar la #ParidadenTodo.
Hoy aprueban un “aplazamiento indefinido” en la aplicación de la #ParidadEnTodo en Ayuntamientos regidos por sistemas normativos indígenas. Tal cual como lo hicieron con el Acuerdo para la postulación de mujeres candidatas a gobernadoras.
Así como en aquella época, pareciera que nuevamente se pone en juicio nuestros derechos y se retrocede en las conquistas alcanzadas.
Muchas veces me pregunto cómo enfrentarían en los tiempos actuales aquellas mujeres que organizaron esas ligas feministas en Yucatán, San Luis Potosí, Chiapas, Puebla, Guerrero; las que participaron en el Primer Congreso Feminista; las socialistas y las mujeres del entonces PNR que fundaron el Frente único Pro-Derechos de la Mujer; las del Comité Nacional Femenil o las de la Alianza Nacional Femenina, tales embestidas.
Siglos de lucha. Ellas nunca se rindieron. Evidente que la lucha sigue y las mujeres sin rendirnos.
Bajo las nuevas circunstancias en las que además enfrentamos, violencias, feminicidios, homicidios dolosos y desapariciones, no podemos apostar al olvido, debemos recordar estas fechas, visibilizar, revisar, reformular acciones y en pleno siglo XXI seguir defendiendo nuestros derechos.
Por eso reformulamos esa tarea colectiva de las mujeres, que ocupa también a los hombres.
Por eso las feministas hemos rescatado -como bien sostienen las expertas- el patriarcado, para “señalar sociedades y Estados que pretenden someter a las mujeres al mandato de los hombres”. Y para hacerlo, usan la violencia como una herramienta fundamental.
Por eso, “nada raro que apenas se abre un espacio, la violencia contra las mujeres aparece para acosarlas y obligarlas al silencio, a retirarse”.
Qué lejana pareciera la fecha: 17 de octubre de 1953. Qué cercanos parecieran los acontecimientos.
Y pensar que de la conquista de ese derecho apenas ha transcurrido 69 años.