Donde los engaños, palabrerías, chismes y omisiones han llegado a un punto sin retorno, es ni más ni menos que en el IMSS, pos de plano la delegación estatal y las oficinas federicas, ya tienen a los valedores camoteros hasta la pinche máuser.

Pos de plano, ningún dizque directivo termina por capearle la crisis de atención y servicio, que enfrentan todos los carnales que tenemos la mala suerte de caer en sus garras.

Y es que la Netflix, es un verdadero terror pa’ propios y extraños jugarle a la Ruleta Rusa en hospitales y clínicas, pos cuando no se desploman elevadores, los termina cargando el payaso hasta los mismos pasillos.

Pos la cruenta realidad ya nadie nos la canta, y nomás basta con caerle a cualquier hospital pa’ darse cuenta de que lo que menos le importa al IMSS, son los chambeadores.

Desde falta de insumos, aparatos chafas o descompuestos, camillas rotas o parchadas y falta de medicinas, como quien dice, dejados a la suerte y “háganle como quieran”.

Y es que todo este cochinero es el mero reflejo de cómo el IMSS ve a esta Puebla camotera, pos si no es capaz de fajarse los pantos y resolver el hoyo negro que se sufre, mucho menos cumplir con su palabra.

Pos a la de a Wilbur, la única responsable de no defender al IMSS Puebla, es la delegada estatal, María Aurora Treviño García, quien aparte de mala funcionaria pública se terminó agachando a la hora de los fregadazos.

Tanto así, banda, que no ha dicho “ni un pío” por toda la sarta de obras falsas que prometió el director general del IMSS, Zoé Robledo Aburto.

Así como lo leen, mis valedores, pos ni se inmutó de que el IMSS dejara botado en Amozoc el terreno pa’ construir el hospital que tanto requiere la banda, y se haya lavado las manos, como si no hubiera pasado nada.

Esas son puras chifladeras, pos nomás por la falta de palabra y cumplir a lo machín, no se tiene pa’ cuando habrá de iniciar la construcción, y mientras que sufra el “pueblo bueno”.

Y eso no es todo, mis valedores, pos al mentado Zoé también le estalló en la jeta otra de sus verdades incómodas, y es que la reconstrucción de San Alejandro es un lodazal completo.

Ya estaba del nabo que no arrancaran las obras, más cuando ya había marmaja de por medio, y todo porque falta el chingado Proyecto Ejecutivo.

¡Me recargo en la pared, banda!

Y con todas estas porquerías, ¿habrá alguien que piense que la Mary se puso al tiro pa’ exigir al IMSS cumplir sus promesas, o de plano acelerar el proyecto pa’ San Alejandro?

Ya mejor del IMSS-Bienestar ni la cantamos, banda.

Ahí se las dejo al costo.