Antonio Vázquez Hernández ganó la elección a diputado local por la Coalición Compromiso por Puebla tras haber sido apoyado por Rafael Moreno Valle. Luego de 19 meses en los que no había puesto ni una sola iniciativa, presentó la reforma electoral el 3 de septiembre de 2012.

Se trató de lo que a la postre se conoció como la Ley Mondragón, una iniciativa ideada por Moreno Valle, para adelantar el inicio del proceso electoral local en 2013. La intención era que el entonces presidente estatal del Partido Acción Nacional, Juan Carlos Mondragón Quintana, no pudiera llegar a una diputación local

El documento que reformaba el Código de Instituciones y Procesos Electorales del Estado de Puebla comenzó a discutirse a las ocho de la mañana, ya que se citó a los legisladores una hora antes del inicio de la sesión, violando flagrantemente el reglamento.  

Como en la mayoría de las iniciativas enviadas por Rafael, aunque está fue firmada por “Toño” Vázquez, los diputados recibieron la reforma, la analizaron, discutieron, dictaminaron y aprobaron en tan sólo cuatro horas. Se emitieron 34 votos a favor y dos en contra, así nació la llamada Ley Mondragón.  

Los reporteros cuestionaron al panista sobre la iniciativa que acababan de validar en el pleno, específicamente sobre el contenido de los artículos 2 y 23. La respuesta fue un lacónico silencio seguido de unas breves palabras donde reconoció que desconocía el contenido.  

Ante los gritos y señalamientos de la prensa, advirtiéndole que ni él sabía lo que le había entregado a Moreno Valle, Antonio Vázquez se regresó a su curul.  

Como premio, en 2013 fue designado por Rafael Moreno Valle como candidato a la presidencia municipal de Teziutlán y meses después ganó la elección con el respaldo del mandatario estatal

Durante la gestión de “Toño” Vázquez como presidente municipal se dio la persecución contra opositores y periodistas, encarcelando a algunos de ellos. 

Se le olvidó que los carniceros de hoy serán las reses de mañana.

Los camiones de la transformación

Si usted se pregunta quién paga o de dónde está saliendo el dinero para trasladar fanáticos desde el sureste del país y los estados del centro a la Ciudad de México para “acompañar” al presidente durante su marcha al ego, déjeme decirle que por desgracia, de nuestros impuestos.  

Durante mañana viernes, el sábado y sobre todo las primeras horas del domingo usted verá desfilar autobuses por todas las carreteras y autopistas que conectan con la capital del país para poder cumplirle un capricho más al inquilino de Palacio Nacional.