Entre la reunión partidista del viernes pasado y la Asamblea Estatal realizada el sábado, los morenistas de Puebla reiteraron que la incongruencia es el sello del partido de Andrés Manuel.
Ignorando que más de la mitad de las y los asistentes en ambos eventos han violado los “principios” que proclamó López Obrador con su frase “no mentir, no robar y no traicionar”; e incluso, pasando por alto que el tema de la austeridad y la pobreza franciscana no se refleja, la realidad es que entre lo que dicen y lo que hacen hay una enorme distancia.
La unidad que tanto pregonaron en los eventos difícilmente podrá sostenerse en unas semanas más, cuando los primeros resultados de las encuestas espejo comiencen a brotar en cualquier esquina.
La frase en donde se afirmó que la candidatura a la gubernatura no se ganará con espectaculares tampoco sirvió para desalentar la contaminación visual que desde este fin de semana nos recetaron.
En la zona conurbada al menos tres corcholatas han comenzado su promoción, dejando en claro que no existe ni existirá ningún discurso que los haga respetar la ley.
Sin ánimo de disculpar a ninguno de éstos suspirantes, lo cierto es que pareciera imposible que se comporten como deben, cuando cada mañana desde Palacio Nacional se impone un ejemplo que viola flagrantemente las reglas e insiste en hacer de las próximas elecciones federales, las menos equitativas.
Seguramente que quienes hoy sueñan con aparecer en las boletas de 2024 estarán convencidos de que, si en la guerra y en el amor “todo se vale”, con más razón se pueden pasar la ley por el Arco del Triunfo a cambio de hacerse de una diputación, una senaduría o la gubernatura.
Despierten a la oposición
Y mientras los morenistas van en carrera libre, enfrente, la oposición simplemente no se observa ni como bloque ni por separado.
Si ya saben, desde ahora, que tendrán que remar contra la corriente para arrebatar una que otra posición en 2024, resulta inexplicable que a estas alturas no estén preparados para exigir, al menos, que las leyes se respeten.
Si están esperando a que las autoridades electorales, el IEE o el INE, realicen de oficio todas las investigaciones por actos que rayan en la ilegalidad o acciones que francamente violan las reglas se quedarán esperando.
¿Se les olvida que los órganos electorales están más preocupados por saber cómo operarán y si podrán sobrevivir los próximos dos años?
Con esa soga al cuello, difícilmente podrán estar cuidando las manos de quienes ya se han declarado abiertamente en campaña.
Despierten a la oposición, es por su bien.