El aeropuerto de Puebla ha pasado de la inoperatividad a poner en riesgo la vida de tripulaciones y viajeros.
En un claro ejemplo de cómo la negligencia puede cobrar vidas, hoy les voy a contar lo que sucedió esta misma semana en el Hermanos Serdán.
El pasado miércoles se anunció que realizarían un simulacro, en el que se atendería una presunta emergencia por derrame de sustancias químicas.
Habría personal de bomberos y se aplicarían los protocolos para verificar que todos tuvieran claro qué hacer en un caso real.
El ejercicio obligaría a pausar las actividades del Aeropuerto Internacional de Puebla por unos 11 minutos. Hasta ahí todo sonaba bien.
Pero ya sabemos que con la 4T lo que puede salir mal, saldrá peor.
Durante el simulacro derramaron sustancias diferentes a las que se utilizarían y provocaron que las tareas que llevarían 11 minutos se alargaran a más de dos horas.
El retraso, tan normalizado en la 4T, puso en riesgo la vida de un piloto, la tripulación y los pasajeros de un vuelo privado que había despegado de San Luis Potosí y a quien le habían autorizado descender y aterrizar en las instalaciones de la pista del aeropuerto poblano.
Cuando el piloto solicitó permiso para aterrizar, desde la torre de control le pidieron que se mantuviera durante unos 15 minutos en el aire en lo que terminaban de limpiar la pista. Así lo hizo.
Volvió a solicitar el descenso y nuevamente le pidieron sobrevolar otros 15 minutos, porque era imposible que aterrizara. Un tercer intento fue fallido.
Tras más de una hora y media de estar dando vueltas, el avión se quedó sin combustible y lanzó un llamado de auxilio. No podía dar más vueltas ni llegar a otro aeropuerto. Fue entonces cuando tuvieron que abrirle la pista en condiciones de alto riesgo, para evitar que se estrellara, forzando así un aterrizaje de emergencia.
Y como en la 4T la responsabilidad no es lo suyo, los militares decidieron levantarle un acta al piloto que tenía permiso para aterrizar desde que salió y que acató las órdenes en más de tres ocasiones.
La ineptitud, cerrazón y falta de experiencia aeronáutica del Teniente Coronel, Nicolás Bonifacio Trujillo Ayllón, quien dirige el Hermanos Serdán desde hace un año pudieron causar una desgracia mayúscula.
En esas manos está nuestra seguridad aérea. Ya sabemos 90 por ciento de lealtad y 10 por ciento de capacidad.
Olga se queda en Morena
Será este sábado cuando sesione el Consejo Estatal de Morena. No habrá sorpresas. Hasta el cierre de esta edición Olga Lucía Romero Garci-Crespo no ha presentado su renuncia a la presidencia del partido y todo indica que así se mantendrá hasta 2027.
Puebla es un estado clave donde la dirigencia nacional no quiere que haya aspavientos. Aunque en un momento se decantaron por Pavel Gaspar, la convocatoria lo dejó fuera, pues solicita que el presidente de Morena sea consejero estatal y el diputado no lo es.
Las condiciones entonces parecían favorecer a David Rivera Vivanco, pero la indicación desde el nacional fue que una mujer presida el partido en Puebla.
En este escenario, Olga Lucía, quien no ha entregado malas cuentas, y ha sido disciplinada con el equipo de Alejandro Armenta, declinará ir a Carreteras de Cuota y seguirá al frente de Morena hasta el 2027.