En un ambiente en el que pareciera que lo único importante es demostrar quien llena más la plancha del zócalo de la ciudad de México, vivimos una fecha muy importante en la vida del país, la declaratoria de expropiación petrolera que el señor presidente Lázaro Cárdenas decretó un 18 de marzo de 1938.
Un hecho histórico “a favor del patrimonio de la nación de los bienes muebles e inmuebles pertenecientes a las compañías petroleras que se negaron a acatar el laudo del 18 de diciembre de 1937 del Grupo número 7 de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje” base de la expropiación petrolera en México que crea el organismo público Petróleos Mexicanos e impulsa la reforma al artículo 27 constitucional para prohibir concesiones y otorgar al Estado el derecho exclusivo de explotar el petróleo; reforma que también permitió al Estado celebrar Contratos con particulares asegurando con ello la producción bajo la rectoría gubernamental.
Inaceptable que en este marco observáramos cómo personas asistentes golpean e incendian la figura hecha de cartón de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ministra Norma Piña, o las expresiones e imágenes en el tendedero de los supuestos “enemigos” que incluyó lo mismo a periodistas hombres y mujeres que a “corcholatas” no queridas y a un largo etcétera de personas, que demuestra con claridad cuanto ha permeado ese discurso de odio que día a día pronuncia el presidente López Obrador.
Este hecho debe visibilizarse porque es el resultado de que la confrontación ha dado resultados.
¡Gravísimo! Y todavía muchas, muchos, nos preguntábamos sobre ¿qué pasa en México? ¿porqué del incremento de violencias? o, ¿por qué todos los días se acumulan más y más asesinatos de mujeres? la respuesta ha quedado evidenciada.
Inaceptable, tanto como que debiéramos recordar también en esta conmemoración, que la Ley Reglamentaria del artículo 27 Constitucional -publicada el 9 de noviembre de 1940- determinaba en su artículo 6 cómo debía explorarse y explotarse el petróleo, aprobando que podrían “ (…) celebrarse contratos con los particulares, a fin de que estos lleve a cabo por cuenta del gobierno federal, los trabajos de exploración y explotación, ya sea mediante compensaciones en efectivo o equivalentes a un porcentaje de los productos que obtengan.” (artículo 7) abundando que “(…) solo podrán celebrarse con nacionales o con sociedades constituidas íntegramente por mexicanos (,,,)” (artículo 9); sin olvidar también que un año después -en 1941- fueron modificados diversos artículos estableciéndose que podría realizarse -la exploración y explotación del petróleo- “con sociedades de “economía mixta” en las que el gobierno federal representará la mayoría del capital social, y de las cuales podrán formar parte socios extranjeros” (fracción III del artículo 10).
Así en nuestro país se fue diseñando la forma de explorar y explotar este recurso natural al recordar su 85 aniversario.
Justo por todos estos actos y esfuerzos realizados por diversos personajes que hoy son parte de la historia de este país, no podemos permitir que se aproveche una fecha de esta naturaleza para un acto que si bien, puede dársele diversas interpretaciones ajenas a la fecha conmemorativa a la que nos convoca; sí reflejó, con mucha claridad, las apologías de un Estado autoritario y populista; así como de la violencia que construye los discursos de odio, por si no fueran suficientes los 11 asesinatos diarios de mujeres en México.