Las guerras y carnicerías que se avecinan en los distintos municipios de Puebla van a ser indiscriminadas.

Al mismo tiempo que aspirantes al gobierno de Puebla ya se están moviendo por llegar a las candidaturas, también ya hay quienes suspiran por las presidencias municipales.

En algunos casos ya se vislumbran posibles revanchas de lo que fue elección del 2018.

Y es que varios exalcaldes han estado formando grupos para tratar de regresar a las presidencias municipales que perdieron.

Pero también, hay quienes buscarán colocar a familiares.

Por ejemplo, en Coronango, Antonio Teutli Cuautle, ya se está moviendo para lograr nuevamente una candidatura por la presidencia municipal.

En dado caso que no lo logre, su mamá Fidelia Cuautle Navarro, sería su plan B, aunque hay quien dice que realmente es el A.

Lo cierto es que ambos planes tienen fuertes posibilidades ante el pésimo trabajo del actual alcalde Gerardo Sánchez Aguilar, quien no ha respondido a las expectativas y su trabajo ha sido nulo, lo que ha generado arrepentimiento entre la gente por haberle dado el voto.

En tanto, Karina Pérez Popoca y Guadalupe Daniel, preparan armas, para buscar nuevamente las alcaldías de San Andrés Cholula y Cuautlancingo, respectivamente.  

Ambas, tienen un camino largo y difícil.

Primero deben lograr la candidatura de Morena y luego vencer al panismo que se ha arraigado en ambos municipios donde gobiernan Edmundo Tlatehui y Filemón Sarmiento.

La encomienda es el doble de difícil que cuando eran gobernantes y no lograron obtener los votos necesarios para su reelección.

Pero sobre todo, porque los trabajos de Tlatehui y Sarmiento, han sido buenos, lo que ha dejado una buena imagen dura de vencer, la que ha cimentado al panismo en sus comunidades.  

Sin embargo, ambas no cejan en su intento y ya conforman equipos y estrategia.

En estos municipios y otros más están las cosas que arden y arderán más, con muchos más aspirantes que les iremos detallando.

Tiempo al tiempo.

El senador

¿Qué será de Roberto Moya Clemente?  

Lo único que sabemos es que de pronto llega a calentar su escaño en el Senado de la República, el que heredó de su ex patrón Rafael Moreno Valle Rosas, tras su muerte.  

¿Habrá subido alguna vez a tribuna?  

Claro, para promover algunas iniciativas, pero nadie se ha enterado.

Así de gris ha sido su paso en la Cámara Alta, escondido entre las sombras, igualito que cuando fue funcionario público estatal.  

Lo malo, es que ahora se sabe, que el flamante senador, junto con el finado exmandatario, ahora dejaron con otra fuerte deuda al erario poblano.

Son 2 mil 700 millones de pesos que se pagaron, por querer cobrar ilegalmente 700 millones de pesos a la Secretaría de Hacienda.

Y lo sabían.  

Ahora, Moya Clemente, duerme tranquilo y sigue cobrando su jugosa dieta.  

Finalmente es morenovallista fifí.  

Lo demás, es lo de menos, para él.