Quien no parece tener fin a su protagonismo forzado y chou politiquero es Alejandro Armenta, luego de que acusara a la presi de la Suprema Corte, Norma Piña, de intimidación y hasta amenazas en su contra.

Resulta que el senador poblano armó la gorda en plena tribuna diciendo que la mismísima Norma Piña había montado todo un escenario pa’ contactarse directamente con él.

Es más, que banda cercana a la presidenta de la Corte buscó por cielo y tierra hacerse de su Whats pa’ mandarle unos recaditos que le habrían caído peor que unos tacos de moronga.

Y una vez que se concretó la misión de la ministra, no habría parado de mandarle puros reclamos que no pudo dejar pasar, como todo un “adalid de la democracia”, eso sí, pero región 4T.

Ahí merito fue cuando Armenta se valió de la máxima tribuna del Senado pa’ difundir conversaciones del Whats al puro estilo de Layda Sansores o de algunos medios tlacoyeros poblanos en el pasado. Como ya andaba encarrilado, hasta presumió haber mandando una carta a Norma Piña pa’ “clarificar los hechos narrados”.

Y pa’ rematar hasta se atrevió a cantarla que él no es de los que “prejuzgan”, sino que nomás estaba pa’ “informar”.

Como quien dice, terminó aplicando la “vieja confiable” de lanzar la piedra, nomás pa’ terminar escondiendo la mano.

La Netflix, ¿tanto chou pa’ acabar saliendo por la puerta de atrás a la primera de cambio?

Ya que andamos en esas, ¿pos no había ordenado el “mirrey de Palacio” que no pelaran a los ministros de la Corte, ni siquiera pa’ contestar llamadas?, ¿o los mensajes de Whats no aplicaban?

A la de a Wilbur, todo esto huele a gato encerrado, y más cuando es bien fácil sacarse de la manga conversaciones pirata.

Martínez Amador ni la burla perdona

El perderista, digo perredista, Carlos Martínez Amador resultó todo un arrepentido por apoyar a piedra y lodo la privatización del agua en Puebla.

Y es que en su desesperación pa’ jalar simpatías en sus sueños guajiros de ser gobernador, presumió que impulsará una consulta pa’ tumbar la mentada concesión. No sin antes, “tirarse al piso” y afirmar que no era un adivino pa’ saber cómo serían afectados los poblanos, con tan cuatrera acción.

¿A poco cree el Charlie que a la banda camotera se le olvida todo lo que hizo pa’ imponer la privatización del agua?

Vaya que el PRD se hunde solo y más a costa de sus cartuchos quemados.

Ni la burla perdona.