El mentado Consejo Nacional morenista revolvió de arriba pa' bajo las aguas a lo macizo en esta Puebla cemitera. En menos de lo que canta un gallo, no faltaron los adelantados que tuvieron que sacar canicas y ábaco pa’ ver si les terminan dando los números y la cartera pal’ 2024.

Pos si bien los ojos y los intestinos no dejaron de estar en el cónclave de Morena, pa’ definir las reglas del candidato a la Silla del Águila, lo que en México se decidió dejó a muchos en el corral local tronándose los dedos.

De entrada no faltaron quienes ya se dieron color que deberán dejar sus chambas legislativas y de gobierno, pa’ medianamente tratar de buscar la candidatura por la plaza camotera.

Cómo no, si siguiendo el ejemplo nacional, tarde o temprano deberán ponerle hora y fecha definitiva, pa’ dejar de valerse de sus cargos en la lucha intestina por llegar a ocupar la famosa casona de El Alto.

Y es que la Netflix, a todas luces ya les comenzó la temblareda de piernas, nomás de pensar que su solita presencia no levanta las pasiones que tanto les han hecho creer sus arrastrados favoritos, y operadores polacos.

Es más, mis valedores, no hay que ser un experto pa’ ver el triste desenlace que tendrán los improvisados, que no saben distinguir entre la geografía cemitera, los autodesmentidos y hasta las risitas matadoras al mero estilo de Mr. Bean.

Sin dejar de lado los habladores orgullosos, pendencieros distraídos, y quienes sólo se arrastran pa’ hacer la chamba sucia a costa del ridículo por una palmadita del “Tirano de Palacio”.

Pos cómo no, si mi chismoso morenista ya rajó chipotle que desde todos los frentes de los adelantados, se toparon con la cruda realidad que nomás no levantan entre los valedores.

Mucho menos, con toda la operación politiquera que han destinado las “buenas conciencias” en las pintas de bardas, espectaculares y cuanta jalada que se les ocurre pa’ hacerse notar a costa de los poblanos, como eso de "tu mueblero de confianza".

¿A poco se imaginan a los mentados adelantados de gira en gira, entre las huestes morenistas, sin cargos públicos y lejos del poder del que tanto se han aprovechado?

Nel, banda, por eso mismo es que a la de a Wilbur el Consejo Nacional terminó por dejar la vara muy alta pa’ su causa, pos en escasos meses tendrán que irse por la libre sin antes afianzar sus estructuras de cartón.

O qué, ¿habrá algún gandalla que se niegue a dejar el Senado, San Lázaro o el gobierno camotero, con tal de alargar lo más que pueda sus bonos públicos?

Será un calvario pa’ muchos llegar a septiembre, cuando al fin se conozca al candidato morenista a “La Grande” y, de pasada, tengan que ponerle fecha a la renuncia de tanto privilegio.

Vayan armando sus apuestas porque esto se pondrá de alarido.