Como verdaderos malandros de poca monta, no faltan los infelices que buscan aprovecharse con la campaña de verificación vehicular que se lleva a cabo en esta Puebla camotera.

Ni tantita madre tienen todos los gandules que no dejan de ver cómo librarse de Doña Justicia, y salir amachinados sin gastar sus tiempos y los morlacos respectivos.

Y es que como nada es imposible, y en sus mentes oportunistas ven la verificación como un verdadero bisne, en el Tuister y en el Feisbuc ya comienzan a ofertarse hologramas fake, a diestra y siniestra.

Es más, banda, con decirles que hasta rascándole al asunto y poniendo ojo chícharo a la vendimia, hasta se ofertan otros tantos de certificados de la mismísima verificación, eso sí, más trácalas que un billete de treinta varitos.

Pos cómo no, si a la de a Wilbur, estos documentos no son otra cosa que puras chingaderas y representan el vil oportunismo que se sacan de la manga pa’ no tener que cumplir con las reglas ambientales.

O qué, mis carnales, con la contaminación aumentando y los caprichitos de Don Goyo pa’ echar ceniza a lo varil, ¿nos vamos a dar el lujo ni siquiera cumplir con la verificación?

Algo tenemos que hacer como poblanos y si verificar ayuda pa’ tener el medio ambiente más limpio, no hay que verse como gandallas de quinta. Nomás hay que darse color que esta vendimia es puro fraude, pos ¿se imaginan cómo le irá a los chafiretes que circulen con hologramas y certificados fake?

Y eso no es todo, banda, pos además la Secretaría del Medio Ambiente ya se topó con que la venta en redes aplica nomás pa’ las unidades con placas foráneas.

Urge que a la cacería de estos aprovechados y malandros se sume la Policía Cibernética pa’ dar con ellos y pararlos en seco, a la de a Wilbur es por el bien de todos.

Monreal o la pereza andante

Chingo y dos montones se dirá del arranque de precampaña de Ricardo Monreal en esta Puebla cemitera, por la candidatura morenista a la “Silla Grande”.

Que si jaló o no jaló banda, que si los que le cayeron les cayeron o, como quien dice, si de algo sirvió su pasarela poblana.

Pero la Netflix, mis valedores, algo queda bien claro: el Richi es el rival más débil de la contienda interna morenista.

Cómo no, si su discurso duerme al más trucho y apaga cualquier fuego polaco, por no decir que contagia de pereza.

Si quiere colarse en la interna pejista, mínimo que le meta más punch y caldee las pasiones.

¿Ya se habrá enterado que se juega la candidatura presidencial?