Refiriéndome al proceso electoral del 2024, hace poco escribía que mucha agua veríamos correr todavía y en efecto, en unos cuantos días todo cambió.

La agenda pública cambió.

La percepción pública cambió.

El contenido de las arengas que el presidente menciona cada día en la tribuna de su conferencia mañanera, cambió.

Hasta el partido Movimiento Ciudadano se movió ocasionando una división interna, algunos a favor de que se sumen al Frente Amplio por México, otros, por lo contrario.

Ese escepticismo que se sentía cambió.

Se ha tomado interés por la persona que puede ser elegida para contender por la candidatura a la Presidencia en el 2024 por el Frente Amplio por México, que ya fue registrado ante el Instituto Nacional Electoral (INE).

Y todo el mismo presidente López Obrador lo ha hecho posible.

El suceso que ha puesto muy nerviosos al presidente y a sus aliados fue la Senadora Xóchitl Gálvez, que levantó la mano y solicitó ser considerada por el Frente Amplio por México.

Eso me lleva a recordar la lucha que dieron nuestras ancestras por alcanzar el voto universal de las mujeres y su reconocimiento para participar en la vida pública de este país que ha permitido la llegada de muchas mujeres que han abierto camino; porque hoy más que antes, pareciera que las mujeres tienen más probabilidades y posibilidades reales de ocupar este alto cargo y romper ese techo de cristal que incluso no pudieron romper las brillantes mujeres que en procesos anteriores fueron candidatas presidenciales.

Lo comento porque sobresale en el Frente Amplio por México, el registro de dos mujeres: Beatriz Paredes Rangel y Xóchitl Gálvez.

No conozco personalmente a la Senadora Xóchitl Gálvez, pero sin duda el revuelo que ha causado su inclusión, ha hecho posible esos cambios.

Ambas mujeres con historias de vida y trayectorias profesionales, si bien construidas de forma diferente, cuentan con muchos atributos que pueden observarse en cada una de ellas desde las diversas posiciones que han ocupado, aportando en todas ellas su experiencia en beneficio de México.

La senadora Beatriz Paredes, política de profesión, experimentada, de larga trayectoria en el ámbito legislativo, cuenta con un innegable gran bagaje en la historia política y partidista de este país, mujer líder, con reconocimientos nacionales e internacionales; la senadora Xóchitl Gálvez, de origen indígena logró ser una brillante profesional que fundó una exitosa empresa dedicada al desarrollo de proyectos de alta tecnología, incursiona en el servicio público y en cargos de representación política hace 23 años aportando su experiencia al desarrollo de los pueblos indígenas y cuenta con una importante trayectoria legislativa.

Ambas han abonado al debate mediático

Ambas ya han roto el molde.

Sin duda este proceso de construcción de candidaturas a la presidencia de la República, ha dado un vuelco y el Frente Amplio por México, ha fortalecido su presencia.

Incluso ya se comenta que el partido oficial y los que vayan a ser sus aliados, pueden perder la elección presidencial, porque la intención del voto también se mueve.

¿Es una oportunidad para los partidos opositores? Por supuesto. Ojalá que sepamos aprovecharla.

Lo que hoy podemos afirmar es que la agenda pública ha cambiado.