Mal y de malas deben estar pasándola en el mentado búnker camotero de la taparrosca, digo, la corcholata presidencial, Adán Augusto López luego que nomás no levanta y menos por la gracia del dipu local, Roberto Solís.

Así como lo leen, mis valedores, y es que no hay que ser todo un ducho en la polaca aldeana, pa’ darse cuenta del tremendo fiasco que tuvo Adán Augusto en nombrar a este papirrín como líder de su campaña.

Cómo no, si nomás hay que darse color de las caras largas, las mentadas en silencio y las palabrerías incómodas, que se tumban entre todos los que son parte de su equipo.

En apenitas unas semanas pasó de sentirse intocable, muy chingón, como si la banda de a pie en verdad lo topara, a de plano casi casi implorar que la interna morenista acabe de una vez por todas.

Y es que pa’ colmo de males, el Robert tiene todo en su contra. Nomás no levanta pasiones ni en los ultras de la mentada 4T, mucho menos entre quienes tienen la mala suerte de toparlo en su distrito o, de a perdis, en el Congreso camotero.

Eso no es todo, pos mi chismoso morenista ya cantó sabroso que al Robert se le subieron macizo los humos al tinaco, y en cada chance que tiene presume ser operador del Adán Augusto.

Pero aquí entre nos, ¿qué carisma podrá tener el Robert, así como pa’ seducir incautos morenistas y se dejen engañar, digo seducir?

La Netflix es un viaje directito a la hoguera, y por más que presuma el respaldo de 27 mil poblanos en su próxima visita al estado, lo cierto, es que el Adán Augusto se enfila en la ruta de la anécdota.

O qué, mis chambeadores, ¿ya se nos olvidó cómo el Robert se las masca durante las visitas del Adán Augusto a Puebla?

Las llegadas bien tarde, aplicar las burbujitas zalameras pa’ que nadie lo toque, hacerse el guarura pa’ que la prensa no lo saque de sus casillas, y mucho menos lo incomode.

Ni qué decir el pleito cantado que tiene con la presi municipal de “Huejo York”, Angélica Alvarado, luego que azules impidieran la pinta de bardas pa’ la corcholata del Robert.

Y es que se ve que le ardió bien sabroso el ridículo nacional de haber sido grabado mientras se las daba de mirrey prepotente contra policías de Huejo y, de paso, arremeter contra la Angie a diestra y siniestra.

No vaya a ser que luego le caiga la voladora al Robert por aquello de la violencia política de género.