La semana pasada la serie de visitas fue una suerte de “vencidas” en Puebla, no sólo entre las “corcholatas” que pretenden suceder a Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional, sino también con los que buscan gobernar la entidad.

Claro, la competencia no sólo era ver quién atrajo las masas, sino el que daba el mejor mensaje político y subliminal.

El primero en llegar a Puebla fue el exsecretario de Gobernación federal, Adán Augusto López.

Desde el municipio de Cuautlancingo, aprovechó para dar su espaldarazo al gobernador Sergio Salomón.

Claro, estuvo acompañado en todo momento del diputado federal Ignacio Mier Velasco, a quien ha arropado desde antes que se dieran a conocer las aspiraciones de ambos.

En esta segunda visita llegó también a Palmar de Bravo y Tehuacán.

Los recintos que visitó estuvieron abarrotados, donde se apreció el apoyo a Nacho Mier.

Al siguiente día, llegó el exgobernador de Chiapas, Manuel Velasco.

Cómo ya lo señalamos en la anterior entrega, su visita pasó desapercibida.

Sólo los concurrentes en un auditorio de un centro comercial se enteraron que llegó con un discurso igual de gris que su campaña que no es campaña.

En este caso el político no es apapachado por nadie que aspire a gobernar Puebla, solo los Gali están dándole impulso en la entidad.

Al siguiente día, quien abarrotó una zona de Izúcar de Matamoros, fue Claudia Sheinbaum.

En una impresionante movilización, se dice que fueron más de 40 mil personas las que le dieron espaldarazo en su evento.

Claro, la que podría ser la primera presidenta de México, sigue siendo apoyada por el exsecretario de Gobernación de Puebla, Julio Huerta.

Un apapacho mutuo que se notó.

En tanto, el senador Alejandro Armenta Mier, sigue trabajando en las distintas comunidades, codo a codo, brazo a brazo.

Hasta ahora el legislador no se ha pronunciado a favor ni en contra de algunas de las corcholatas.

Con colmillo, parece que su estrategia es seguir manteniéndose arriba en las encuestas desgastando las suelas.

En tanto, el gobernador Sergio Salomón Céspedes, demostró prudencia y colmillo, cuando fue cuestionado por la prensa si Puebla era “territorio Sheinbaum”, a lo respondió que era territorio de la 4T.

En los corrillos políticos ya se habla de que en septiembre, una vez que se decida quién será el que abandere al Movimiento Regeneración Nacional (Morena) por la Presidencia de México, influirá en lo que pase en Puebla.

Lo cierto es que hasta ahora aún nada para nadie, pero las apuestas ya están hechas.

Tiempo al tiempo.