Aunque será entre las 11 y 13 horas de este jueves cuando se oficialice el anuncio, es por demás previsible que se cancelará la elección que el Frente Amplio por México pretendía realizar el próximo domingo.

Después de las declaraciones de Beatriz Paredes reconociendo que las encuestas no le favorecen, resultaría muy ocioso, por decir lo menos, que el ejercicio de votación física se mantuviera con una sola candidata: Xóchitl Gálvez.

Con el retiro de Beatriz Paredes de la contienda interna, el Frente Amplio por México desactivó una bomba que estuvo a punto de estallarle en las manos. Organizar una elección federal, aunque sólo sea para un precandidato, es una labor titánica. Diría el clásico: no son enchiladas.

Recordemos que de entrada tuvieron miles de problemas con la página web para que los ciudadanos se registraran. Ahora pensemos la cantidad de complicaciones logísticas a las que se enfrentarían para realizar una consulta a lo largo y ancho del país.

La instalación, la distribución de boletas, el cuidado de las casillas, el personal para corroborar que los ciudadanos estuvieran registrados y votarán solo una vez… El conteo y la sistematización de los votos, en fin, un mundo de actividades que difícilmente podrían realizar los organizadores del Frente. Se requiere de mucho dinero, tiempo y experiencia.

En resumen, aventurarse a la elección nacional habría sido altamente costoso y no sólo en materia económica, incluso lo habría sido en materia de percepción. ¿Cómo explicarían que en el mejor de los casos sólo 3 de cada 10 mexicanos hubieran salido a votar?

A eso habría que sumarle el riesgo inminente de que la oposición aprovechara la ocasión para quemar boletas, hacer desmanes, boicotear el ejercicio y hasta infiltrarse para incidir en la votación.

Sin embargo, la decisión de cancelar la elección, también dejará a una gran parte de la población con una decepción más. Hubo quienes se tomaron el tiempo de intentar una y otra vez su registro y para ello dieron sus datos personales y hasta la fotografía de su credencial de elector. Todas estas personas que buscaban participar y con ello decidir a quién querían como pre precandidata del Frente se toparán con la realidad: una vez más el pragmatismo de los partidos políticos se impuso y dejaron a un lado la opinión de las y los ciudadanos.

Tras todo este barullo, Xóchitl Gálvez es ya, la primera precandidata -aunque legalmente aún no pueda ser llamada así- a la presidencia de la República y lo logró con una “campaña” que le orquestó, principalmente, Andrés Manuel López Obrador desde sus famosas mañaneras.

El reto ahora será ver si el impulso con el que arrancó la senadora le alcanza para mantenerse en las preferencias del electorado y darle la gran batalla al inquilino de Palacio Nacional o, por el contrario, este cierre abrupto desinfla el proyecto.

Veremos y diremos.

El protagonismo ciclista

Históricamente las personas con discapacidad han sido olvidadas de los programas de movilidad. Quienes quieren o necesitan viajar y tienen movilidad limitada se enfrentan a un sin fin de complicaciones. Banquetas en mal estado y ausencia de rampas en sitios públicos, son sólo dos de los principales obstáculos que deben sortear.

De ahí la importancia de la Consulta que realiza el Congreso del estado para adecuar la Ley de Movilidad y todo transcurría en orden hasta que la diputada Guadalupe Leal llevó a sus cuates ciclistas para que protestaran por las ciclovías.

La cuestión es que los ciclistas ya fueron consultados, ya tuvieron su espacio para ser escuchados. Ayer era el momento de personas como Antonio Hernández Sánchez quien lleva 16 años en silla de ruedas, vende dulces, y los choferes del transporte público se niegan a brindarle el servicio.

Hasta el recinto legislativo también llegaron invidentes que denunciaron las “trampas mortales” que hay en la vía pública, así como la falta de señalética en braille.

A ellos era a quien había que escuchar y no a quienes sólo buscan el protagonismo.