Cada año la celebración de la Independencia de México visibiliza a nuestra gran comunidad migrante, estimada en 25 millones de ciudadanos que vive tan sólo en Estados Unidos, y esto debido a la relevancia de sus festividades en las principales ciudades de la Unión Americana.

Tan solo de Puebla se calcula que hay más de 4 millones de nuestros paisanos en el país vecino del norte. Por ello celebro que el gobernador, Sergio Salomón Céspedes, los haya visitado este fin de semana en Nueva York.

Y es que, las cifras indican que entre octubre de 2021 y mayo de 2022 se han detenido a 520 mil 955 mexicanos, en los 9 pasos fronterizos hacia Estados Unidos, ubicados en California, Arizona, Nuevo México y Texas, según la oficina norteamericana de Aduanas y Protección Fronteriza, citada por Reforma el 8 de julio de 2022.

De acuerdo con la misma fuente, la cifra total de detenciones asciende a 1 millón 440 mil 414 personas, de las cuales 351 mil 892 provienen de El Salvador, Guatemala y Honduras, y 567 mil 567 de otros orígenes incluidos El Caribe, África y Asia. Destaca la presencia de 311 mil 856 familias y 98 mil 654 menores no acompañados.

Otras fuentes señalan que tan solo en los primeros cinco meses de 2022, la detención de mexicanos en la frontera hacia la Unión Americana ha sido de 380 mil personas, que no incluye a los que han logrado cruzar e internarse en territorio estadounidense, con una proyección de 800 mil mexicanos hacia finales del año.

Como consecuencia de la migración de mexicanos, los envíos de remesas a nuestro país, entre enero y junio de 2023, ascienden a 30 mil 238 millones de dólares (mmdd), mayor al de 27 mil 516 mmdd reportado para el mismo periodo de 2022 y son superiores en 9.9 por ciento, según el Banco de México. Los ingresos por remesas entre julio 2022 y junio 2023 alcanzaron la cifra de 61 mil 232 mmdd.

Estos recursos han superado ya a los recibidos por venta de petróleo, turismo y exportaciones agroalimentarias, y son un soporte invaluable para la economía nacional, al mismo tiempo que una prueba no superada en materia de políticas públicas migratorias.

Entre las causas de la migración mundial, hay una tendencia natural del ser humano a buscar donde desarrollarse mejor y, en consecuencia, migrar es una aspiración inherente a cada persona.

Hay carencias que inducen la migración con mayor intensidad y de acuerdo con experiencias conocidas es la falta de servicios públicos, sequía y carencia de agua, ausencia de opciones productivas o baja productividad de las existentes, falta de empleo, inseguridad pública y la pobreza predominante.

Asimismo, la sequía, y como consecuencia la reducción de la producción que encarece los alimentos, es un factore más determinante en las condiciones de vida de las familias, las cuales se agravan cuando las unidades productivas son pequeñas y el nivel organizativo es muy precario. El trabajo individual conlleva mucho esfuerzo desperdiciado.

En tanto, la migración interna hacia zonas agrícolas más desarrolladas ocurre en los meses de octubre a mayo cuando inicia la época seca. Se calcula que más de 2.8 millones de jornaleros agrícolas mexicanos se trasladan a la cosecha de cultivos de alta densidad, principalmente en el centro occidente y noroeste de México.

En el ámbito productivo de las comunidades expulsoras de migrantes, la ausencia de servicios técnicos y logísticos es una gran limitante para la productividad. Iniciando con la falta de capacitación y asesoría técnica, acompañamientos básicos para promover la innovación productiva que mejore rendimientos, reduzca costos, aumente calidad, promueva una mejor comercialización y mayores ingresos, cuidando los recursos naturales.

El acceso a semillas, fertilizantes e insumos básicos para el proceso productivo, plantas y plántulas, así como disponer de financiamiento; servicios de mecanización; servicios reproductivos pecuarios; crías de peces y alimento; acopio, empacado y primeros procesos; transformación e integración de volúmenes para acceder a mercados con apoyos sanitarios y logísticos; ha limitado el desarrollo de las comunidades.

Sin negar los esfuerzos realizados por los gobiernos, en los que me incluyo, puedo asegurar que estos han sido insuficientes y, en varios casos equivocados al privilegiar la dotación de apoyos materiales sobre los apoyos técnicos debido al impacto político que tienen los primeros y no tienen los segundos. Aunque los apoyos materiales sin capacitación y asesoría se pierden lamentablemente.

Otro de los errores comunes de las políticas gubernamentales es la tendencia de otorgar apoyos individuales sin la oportunidad de revisar que muchos apoyos tendrían un mayor impacto si se otorgan en forma colectiva donde organizadamente muchos puedan tener acceso.

La falta de servicios técnicos, logísticos y productivos, “tipo molino de nixtamal” y la escasa organización productiva, son las principales carencias de las comunidades que no ha permitido aprovechar sus potenciales y por ello, tener un mejor desarrollo económico.