La falta de experiencia es una de las mayores limitantes de los recién egresados de las universidades para insertarse en la vida laboral, principalmente en las carreras técnicas que siguen apartadas de las necesidades de los sectores productivos y de amplios sectores poblacionales, que no ven reflejados sus problemas en los contenidos educativos.
La Dirección de Servicio Social de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) realizó el Sexto Encuentro de Servicio Social y Práctica Profesional, al que acudieron, de acuerdo con El Sol de Puebla del 11 de octubre de 2024, 80 empresas y más de 4 mil jóvenes, con el propósito de abrir la empleabilidad al desarrollar competencias que complementen la formación de los alumnos al interactuar hoy con un posible destino laboral.
Martín Hernández, profesor de la Escuela Primaria Zenón Araujo, del Ejido Vicente Guerrero, en el municipio de Xiconténcatl, en Tamaulipas, inició con el proyecto de huerto escolar, mediante el Programa de Arraigo, con el apoyo de los padres de familia.
Los alumnos han aprendido todo lo relacionado con la siembra, preparación de la tierra, uso de composta para el abonado y la forma de cosechar. Al final los productos se reparten entre los participantes, pero gran parte se usa para los desayunos escolares, según el Diario de Tamaulipas, del 9 octubre de 2024.
Cabe señalar que en México, más de 20 mil escuelas cuentan con parcela escolar, sin embargo, no han contado con los recursos económicos ni humanos para su aprovechamiento productivo. El huerto escolar es una de las vías más efectivas para alcanzar la seguridad alimentaria de las familias por su aporte directo de productos y también por la formación de los niños y jóvenes, muchos de los cuales pueden en estas prácticas encontrar o descartar su vocación e inducir a sus padres en sus comunidades. Además, como ha sido comprobado por docentes poblanos, el huerto y la granja familiar son una gran opción práctica para enseñar casi todas las asignaturas, empezando por la historia, química, matemáticas, geometría, física, geología, arte, agronomía, entre otras.
Un estudio de McKinsey and Company, citado por Vicente Avendaño, en El Sol de Puebla 2024, indica que el 49 por ciento de 300 mil dueños de vehículos eléctricos en el mundo, están considerando regresar a los combustibles fósiles. Las razones son: el mayor costo de las unidades, la batería limitada y su alto costo de reemplazo. Este es un gran problema de la transición energética del mundo que impacta a México.
El Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica y la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria y Ciencias del Mar (DGETAyCM) de la SEP, han incorporado en los últimos años el modelo alemán de educación dual a sus programas educativos. Este consiste en la combinación de teoría y práctica en la formación profesional de los estudiantes, participando directamente en empresas. Según datos del gobierno del estado de Puebla 2024, el CONALEP ha celebrado 71 convenios con igual número de empresas para la participación de 200 estudiantes de diferentes disciplinas.
Sin demérito de estos grandes e importantes esfuerzos, no podemos dejar de señalar que entre los principales problemas de México se encuentran la pobreza de millones de personas, la inseguridad pública, la migración, el cambio climático, el deterioro ambiental representado por la pérdida de áreas forestales, suelo, agua, fauna, especies acuícolas y una gran contaminación por el mal manejo de residuos sólidos y la falta de tratamiento de aguas residuales que se descargan a los ríos.
La baja productividad agroalimentaria derivada del reducido tamaño de unidades productivas, alta dependencia de las lluvias, trabajo individual, bajos niveles de adopción tecnológica y falta de financiamiento, siguen siendo un problema al menos en los últimos 50 años.
Aunque los problemas citados no son solo responsabilidad de la educación, podemos afirmar que muchos se derivan de su insuficiente tratamiento dentro de los contenidos educativos ya que en muchos casos ni siquiera se enuncian. Los problemas de las familias más pobres, los de las comunidades y regiones, no son parte de las materias que se cursan en la escuela. No se forman a los niños y jóvenes para la vida y el trabajo y tienen dificultades para terminar una carrera técnica o profesional y, después, para insertarse al mercado laboral.
La deserción escolar, la falta de orientación vocacional real, el bulling, la construcción de una visión personal, la adopción de valores cívicos, la cultura del manejo sustentable de los recursos naturales y el emprendimiento en las nuevas generaciones, sigue casi igual al de las actuales.
Aunque no es sencillo, una de las tareas más importantes de la Política Educativa Nacional en México, es la incorporación de la problemática socioeconómica y ambiental a los contenidos escolares, ayudar a los jóvenes a identificar sus vocaciones y crear su visión personal, conocer mejor los recursos naturales y su aprovechamiento racional, aumentar su contacto con la práctica, atender problemas reales de sus familias, comunidades y sectores económicos e impulsar el emprendimiento económico de los jóvenes.
Estas son acciones que pueden hacer una transformación.