A unas horas de que se conozca la convocatoria de Morena y sus letras chiquitas, todo indica que Alejandro Armenta se mantiene a la cabeza de las preferencias electorales.
La encuesta de RUBRUM, realizada telefónicamente a mil posibles votantes del estado de Puebla el 11 de septiembre y con un margen de error de +/- 3.8, coloca al senador (40.4%) con el doble de preferencias frente a su primo y más cercano competidor: Nacho Mier (22.8%).
En los próximos días y hasta que las encuestas oficiales presenten al abanderado de Morena en Puebla, todas las corcholatas tratarán de ganar por aire lo que difícilmente alcanzarían en tierra.
Los suspirantes con menor posicionamiento tendrán que buscar desde gorras, paraguas, bardas y espectaculares, para colocar su nombre y rostro en la mente de los poblanos.
A partir de ahora, se toparán con grandes rocas en el camino. La primera de ellas es que van muy atrasados, respecto a personajes como Nacho Mier, Alejandro Armenta y Julio Huerta quienes desde hace un año se han apropiado de casi todo los espectaculares y bardas a lo largo y ancho del estado.
La roca más pesada quizá sea el tema de los espacios. Nacho Mier, por ejemplo, sabe que su posicionamiento está topado, que ya no crecerá más, sin embargo, sus operadores de marketing buscan más bardas y espectaculares de los que ya tiene. La intención es simple: impedir que los demás suspirantes puedan alquilar estos espacios por mínimos que sean.
Olivia Salomón y Liz Sánchez saben que la mujer que logre posicionarse mejor en las próximas semanas será la que se cuele a la pelea final.
En el caso de Julio Huerta, quien cuenta con trabajo en tierra, tiene enfrente el reto de amarrar con las cúpulas del poder en Puebla. Una tarea que tratará de concretar en los próximos días.
Por su parte, Nacho Mier ha hecho la tarea, está en segundo lugar y ahora espera la bendición, que a decir de los enterados, ésta se ha venido complicando en las últimas semanas.
En tanto que Alejandro Armenta buscará hilar fino y evitar cualquier escándalo o situación que le muevan el tablero en donde sus fichas lo colocan en condición de puntero entre las preferencias electorales.
De ahí que la calma chicha que hoy se vive es porque estamos en el mismísimo ojo del huracán.
Ni más, ni menos.
Encuestitis, la epidemia que se nos viene
Otra batalla que estaremos librando en los próximos días es la guerra de las encuestas, lo mismo en el mundo real que en las redes sociales.
Habrá firmas que nos dirán las mentiras más absurdas y difíciles de creer y otras que sí estarán apegadas a la realidad.
Aquí lo importante es ver a quién le creemos, porque nos atosigarán de “fotografías del momento”, la mayoría de ellas pagadas por los propios candidatos con las intención de incidir, primero en la decisión del abanderado de Morena a la gubernatura y meses más tarde, en las preferencias electorales.
Desde ahora le puedo adelantar que habrá encuestas que nos aseguren que los 20 puntos de Armenta son inalcanzables, que Nacho ya alcanzó a Alejandro. Una más que Julio Huerta está a cinco puntos. Otra que las mujeres crecieron como la espuma en tan sólo dos semanas.
Una guerra de guerrillas donde estén desde las manipuladas hasta las más serias, un cachondeo total.