Históricamente los gobiernos han hecho mal lo que los productores hacen bien, pero no hacen lo que los productores no pueden hacer. Acceder a insumos, semillas, fertilizantes, abonos y herramientas, es algo que, con cierta dificultad, los campesinos han conseguido siempre.

Lo que los productores no han podido hacer, es contar con formas organizativas funcionales para obtener apoyos de servicios técnicos como capacitación, asesoría y acompañamiento en su proceso productivo en condiciones de minifundio y adversidad, en donde ni siquiera se logran cubrir las necesidades alimentarias básicas de las familias.

Tampoco han podido acceder a servicios de mecanización, tecnificación, financiamiento, logística, infraestructura de acopio y procesamiento básico que les permita conformar volúmenes para llegar a los mercados mayoritarios.

No han podido tener, por ejemplo, asesoría técnica indispensable porque la escolaridad de los campesinos no supera los 4 años, debido a que a los secretarios de Hacienda y de Finanzas estatales se les hace caro tener 15 mil extensionistas para 22 millones de hectáreas agrícolas, más de 109 millones de hectáreas de uso ganadero y miles de granjas acuícolas.

No contar con asesoría técnica en el campo mexicano, en donde el 80 por ciento de la superficie agrícola depende de las lluvias y la pirámide productiva nos indica que el 80 por ciento de los productores solo siembran para el autoconsumo, ha provocado la pérdida de los recursos naturales y más de mil pesos por hectárea, solo en insumos de más y trabajos innecesarios de los agricultores.

México cuenta con más de 45 tratados y acuerdos comerciales. Sin embargo, el 85 por ciento de sus exportaciones son hacia Estados Unidos y Canadá, por la cercanía y demanda y, en gran medida, por la falta de apoyo para promover nuestros productos en otros destinos.

Una de las mejores estrategias para atender el campo tiene que ver con reconocer al menos dos grandes segmentos.

Uno, es el de la agricultura familiar y pequeños productores para los que, alcanzar la seguridad alimentaria en condiciones de un gran cambio climático, es prioritario.

El otro, es el de los productores que tienen excedentes y que requieren infraestructura de acopio, primeros procesos agroindustriales, volúmenes y promoción para llegar a los mercados de productos frescos y de la agroindustria para llevar productos conservados a mercados lejanos.

Ya se han hecho esfuerzos organizativos para integrar y apoyar los sistemas producto, que es el agrupamiento y apoyo de los productores de un mismo cultivo o especie animal. En un segundo nivel, está la identificación, integración y desarrollo de cadenas productivas, es decir, la integración de cultivos, especies o productos similares con todos los eslabones del proceso, desde la producción primaria hasta la comercialización.

Y, finalmente la integración de clústeres, que es la conjunción de las empresas asociadas a una o más cadenas productivas en una región determinada, que en algunos casos se juntan en parques industriales

Hace más de un año, el Gobierno Presente de Puebla, a través de la Secretaría de Economía, ha venido impulsando con gran acierto la política de integración de clústeres, entre los que destacan el educativo, turístico y agroalimentario.

El Clúster Agroalimentario de Puebla, es un organismo empresarial abierto, con el objetivo de reactivar la economía del estado mediante buenas prácticas para mejorar la competitividad. Trabaja conjuntamente con el gobierno y se vincula con el sector educativo regional. Actualmente está integrado por 90 empresas del ramo agropecuario de distinto objeto social.

Entre sus objetivos se encuentran: incluir a los pequeños productores en las cadenas de valor, desarrollar proveedores, compartir estrategias, integrar un catálogo de productos y servicios, fortalecer el mercado nacional y consolidar apoyos técnicos y logísticos para la exportación; aprovechando las ventajas estratégicas de Puebla hacia el centro y sureste del país, Norteamérica, Europa, Centroamérica y Asia-Pacífico.

Una gran noticia para el Clúster Agroalimentario Poblano es la realización de la  Primera Misión Comercial a España, el cuarto socio comercial de México, y que se realizará del 18 al 25 de enero del presente, en el marco de la Feria Internacional de Turismo (FITUR), en la que mediante exposiciones y encuentros empresariales se  promoverán mezcal poblano, manzanas, berries, derivados del bambú, hortalizas, frutas, conservas, derivados de maíz,  plantas aromáticas, frutas y hortalizas secas, mole, sal, productos artesanales y servicios turísticos.

Como poblano convencido de la importancia de las misiones comerciales y promotor de la cooperación técnica internacional, felicito a Sergio Salomón Céspedes, titular del Gobierno Presente; a Francisco Álvarez Laso, presidente del Clúster Agroalimentario de Puebla, y a todos sus integrantes, y les deseo el mayor de los éxitos a todos los participantes de esta Misión Comercial, España 2024.