Ixta-Popo es una de las siete regiones socioeconómicas del estado de Puebla que comprende 8 municipios del centro-oeste del estado en la base de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, con una población estimada de 385 mil habitantes.
Tiene área forestal en su parte alta y en la parte baja se producen diversas frutas de clima templado-frío, flores y plantas de ornato. También se cultiva maíz, frijol, amaranto, hortalizas, plantas aromáticas, y, con los escurrimientos de los volcanes se han desarrollado criaderos de trucha, ajolote y centros recreativo-turísticos.
El pasado fin de semana, sus principales problemas fueron abordados en el Foro Regional sobre Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, en San Martín Texmelucan, el cual fue organizado por la coordinación general de colectivos temáticos Por amor a Puebla.
La problemática ambiental y agroalimentaria se caracteriza por la deforestación, disminución de manantiales, descargas de aguas residuales, insuficiente manejo de residuos sólidos, tamaño reducido de unidades productivas, huertas frutícolas viejas de baja productividad, falta de servicios técnicos y financiamiento para la producción. Esta región aporta importantes volúmenes de agua a la zona metropolitana de Puebla a través del Sistema Nealtican.
Correspondiente a la parte alta del río Atoyac, la región Ixta-Popo además de la pérdida de volumen de sus escurrimientos naturales, también enfrenta la contaminación por aguas residuales que inicia en Rio Frío, Estado de México, con las descargas del rastro de equinos de esa localidad y que escurren hacia a Puebla.
Cuenta con 20 plantas de tratamiento de aguas residuales, pero solo funcionan 9, y las 11 inactivas tienen área productiva agrícola para el reúso del agua en los municipios de Domingo Arenas, Tlahuapan, Chiautzingo, San Martín Texmelucan y Huejotzingo. En este último, el suero de la industria lechera y los colorantes usados por la industria de la mezclilla, están llegando a los drenajes. Lo mismo sucede en Tlahuapan con los colorantes de la fabricación de calcetines en Ixtapaluca.
Es de destacar que en 2018 se rehabilitó la planta de tratamiento de San Martín Texmelucan y, mediante convenio, se destinaron las aguas tratadas al riego en el ejido Nativitas, Tlaxcala, siendo el primer modelo municipal de tratamiento y reúso de aguas residuales en el estado de Puebla.
En materia productiva, en el año 2000 inició en esta región el cultivo de árboles de navidad con la especie Pinus ayacahauite que, en solo 5 años, alcanza tamaño para su comercialización.
Asimismo, destaca el cultivo de la nuez de castilla en municipios como San Nicolás de los Ranchos, Calpan, Tlahuapan y San Martín Texmelucan. Un acuerdo entre el gobierno de Puebla y el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas de Chile (INIA), permitió en el año 2007 la capacitación de nuestros productores y la adopción de importantes mejoras.
En tanto, el agua de los volcanes ha permitido la cría de truchas y el desarrollo de la pesca deportiva. En Atlimeyaya, Tianguismanalco, existe una de las más grandes granjas productoras de trucha salmonada de Puebla. Por iniciativa de Fidel Glockner, en la región se introdujo huevo de trucha proveniente de Dinamarca, con mejor genética, que ha permitido aumentar la productividad trutícola al bajar a 5 meses el periodo de engorda el cual normalmente dura 8 con las crías locales.
La región Ixta-Popo se destaca también por la producción de tejocote. En el año 2005, al predominar plantaciones viejas sin ningún manejo, se apoyó a los productores para podar, rehabilitar y, en algunos casos, injertar sus árboles. Esta práctica que se realiza en los meses de diciembre a febrero, permite incrementos del triple en rendimiento y calidad y más de 4 veces en el precio de venta de la fruta que hoy es más demandada en los mercados.
Destacan también el cultivo de pera, ciruela, capulín, frutillas como frambuesa y zarzamora y la producción de rosas de diferentes variedades. En la región existen más de 300 hectáreas de invernaderos dedicados a la producción de especies ornamentales.
Además, se produce maguey pulquero y maíces de color que son utilizados en la agroindustria de pinole, totopos y tostadas.
En materia de comunicaciones, esta región cuenta con la autopista México-Puebla y con el aeropuerto de Huejotzingo que, en algún tiempo, contó con servicio de carga aérea, revisión sanitaria y de inocuidad, y servicio aduanal para promover y facilitar el comercio agroalimentario.
Con base en todo lo anterior, las principales propuestas planteadas para esta zona son: impulsar la reforestación, el manejo forestal, regular la tierra de hoja y el pastoreo, control de la tala ilegal, mejorar el manejo de residuos sólidos, la recarga de acuíferos, el tratamiento y reúso de aguas residuales para riego agrícola. Fortalecer el apoyo a la fruticultura mediante programas de rehabilitación e injerto de árboles, centros de acopio y agroindustria para agregar valor a los productos.
Apoyar con servicios técnicos, centrales de maquinaria para la agricultura de conservación, agroparques de servicios, financiamiento accesible, y tecnificación de cultivos como maíz, amaranto, flores y follajes, así como fortalecer la acuacultura, con la estrategia de integrar cadenas productivas.
Finalmente, evaluar la posibilidad de establecer el servicio de carga aérea en el aeropuerto de Huejotzingo para promover el comercio internacional, así como también impulsar y fortalecer el turismo, la pesca deportiva y la gastronomía regional.