Se acerca un gran momento para la ciudadanía. Poco a poco hemos ido conociendo los nombres de las personas que postuladas por sus partidos políticos contenderán en este proceso electoral.
Conocemos a las mujeres y al hombre que aspiran a la presidencia de la República. En Puebla conocimos los nombres de quienes contenderán por las diputaciones federales y las senadurías, falta conocer al resto de las posiciones salvo la presidencia municipal de Puebla capital ya determinada, las de los restantes 216 municipios y las diputaciones locales.
Ahí la presencia de la ciudadanía. “Echar ojo” para definir quienes son esas personas que queremos que nos gobiernen.
Porque nos gusta tener la oportunidad de decidirlo libremente. Nos lo permite nuestro sistema político cada tres y cada seis años. Por eso queremos que siga esa libertad que nos da el derecho ciudadano conquistado para decidir por quienes votar porque hoy más que nunca queremos soluciones a los problemas actuales. Por eso la Marcha en Defensa de la Democracia, que convocó a miles de mexicanos y mexicanas en todo el país por la libertad, la igualdad, los derechos y la democracia.
Y nuevamente otro derecho ciudadano conquistado se hace presente, la observación electoral de la que podemos ser parte para conocer y evaluar el desarrollo del proceso de primera mano en el día de la jornada electoral.
Por ello también, todas, todos, debemos exigir que el Estado cumpla con sus dos funciones básicas: garantizar seguridad para ejercer nuestros derechos de ciudadanía.
No es posible que aún no terminan los registros ni comienzan las campañas y las cifras de homicidios (81), atentados (13) y secuestros (8), relacionados con la materia político-electoral se estén incrementando (Data Cívica, febrero 2023). Esto sin duda inhibe la participación política y por ello el Estado debe cumplir su responsabilidad de garantizar seguridad.
De ahí la solicitud de defensa de nuestro sistema político-electoral construido por varias generaciones de mexicanos y mexicanas que hoy vemos en riesgo, y que por encima de ser perfectible aun en medio de la polarización social o de las molestias internas que han causado algunas postulaciones; ha permitido convivencia, competencia en la pluralidad y estabilidad política para la transmisión pacífica de los poderes cada seis y cada tres años.
Por ello requerimos conocer propuestas en agendas claras. Estar atentas y vigilantes de los riesgos que se van presentando ya que el único mapa de ruta para nuestro país y para nuestro Estado de Puebla, es ejercer nuestro derecho ciudadano de votar “porque nuestra ausencia hipotecaría seriamente el porvenir de nuestra democracia”.