Al señor presidente de la República se le ha olvidado en muchas ocasiones que “el pez por su propia boca muere”.
Esta expresión popular que nos advierte que hay que ser cuidadosos con lo que decimos y con lo que hacemos ya que puede volverse en nuestra contra, pareciera que se le ha olvidado al presidente.
Él mismo hace unos días, hizo público que hablaba con el hoy expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Arturo Zaldívar y “respetuosamente interveníamos” -dijo- cuando había un asunto judicial que se le complicara.
Grave, muy graves declaraciones que evidencian que la actual Ministra Presidenta Norma Piña, ha cumplido el principio de independencia judicial desde que asumió la presidencia de la Corte. Que el presidente no ha podido tener con ella esas “intervenciones respetuosas” y se entiende así claramente el enorme enojo que tiene en su contra.
Lamentable conocer las componendas y complicidades que traían. Queda al descubierto que el ex ministro Zaldívar violó el principio de independencia judicial, se entiende entonces porque es actualmente asesor en la campaña de la señora candidata del señor presidente y por cierto tampoco ha renunciado a ninguna de las prestaciones que el presidente tanto ha criticado.
Bajo esta lógica, ¿será entonces que el presidente haya designado a su candidata con el único fin de controlarla si gana la elección como lo ha venido haciendo, para mantener su influencia y su poder aún después de que concluya su cargo de presidente? ¿Será que por eso en los cargos que ha venido nombrando y proponiendo coloca a personajes que -como se ha difundido- deben tener como requisito el 90% de lealtad hacia él, aunque solo tengan el 10% de conocimiento para continuar manteniendo su control más allá de su sexenio?
Porque todas sus conductas se miran engañosas, bueno hasta las últimas iniciativas que ha presentado, que coincido con muchos estudiosos evidencian una agenda transexenal, pues ¿no que se iba a retirar al término de su gobierno porque es muy respetuoso de sus tiempos?
O será que espera para ese momento ser tan respetuoso como cuando “respetuosamente” intervenía en asuntos del Poder Judicial con el expresidente Arturo Zaldívar.
Mucho que pensar sobre todos estos acontecimientos que lo mismo reconocen sus “intervenciones respetuosas” en otros Poderes o instituciones autónomas; como poner en riesgo a muchas personas al difundir sus datos personales, en todo, provocando su permanente polarización y confrontación.
Qué tristeza para el país desenmascarar conductas totalmente indebidas y violatorias de nuestra Constitución y nuestras normas secundarias.
¿Cuántas cosas más por enterarnos habrá?
Sin duda “el pez por su propia boca muere”.