Esperanza, nuevas oportunidades, retos y una vida en familia es lo que 13 niñas, niños y adolescentes comenzarán a disfrutar tras la entrega en adopción.
Más allá de las cifras o de las adecuaciones legales, el evento de ayer demostró la grandeza de mujeres, hombres y parejas que decidieron ceder todo su espacio, paciencia y hasta recursos para permitir que los pequeños puedan vivir en familia.
El programa se ha agilizado en los últimos meses tras algunas reformas aprobadas en la legislatura que concluye, con el impulso de Mónica della Vecchia, reconoció el gobernador.
Resarcir a los menores de edad el derecho a vivir en familia es el primer paso para garantizarles un sinfín de oportunidades. De primera instancia contarán con una red de apoyo que les impulse a tener y concretar metas educativas, profesionales y principalmente, personales.
En los videos donde se apreciaron parte de las convivencias en las instalaciones del SEDIF y en las casas que ya son su hogar, se logró transmitir la alegría que los nuevos integrantes llevarán a las familias.
Aunque cada caso es particular, la adopción de dos jovencitas fue singular. El globo rosa pastel con el que agradecieron, cada una a su nueva madre, así como los presentes que las adolescentes recibieron serán recuerdos materiales de algo que simplemente es intangible.
En otro de los casos, una pareja decidió aventurarse con la crianza, educación y formación de dos pequeños que son hermanos. Los niños evadieron el mayor de los miedos de quienes viven con sus familiares y son susceptibles de ser adoptados: ser divididos por diferentes casas.
Ellos llegaron a un núcleo en donde la palabra familia estuvo presente en la porra que lanzaron ensordeciendo la estancia de la Casa de la Niñez, donde se realizó el evento. La alegría de quienes desde ayer son sus padres, les llevó a entregar pares de monedas de chocolate a los presentes.
Los discursos destacaron desde la paciencia y grandeza de quienes realizaron todo el proceso para adoptar hasta el llamado a procurar los valores dentro de las familias para crear poblanas y poblanos de bien.
Sin embargo, el verdadero recuerdo será que los menores de edad fueron escoltados por Gaby Bonilla y Sergio Salomón en el día en que por fin tuvieron el “papelito” que legalmente les garantiza ser hijos.
Finalmente, la presidenta honoraria del SEDIF destacó que mientras “sus hijas e hijos esperaban (a sus padres) estuvieron cuidados con todo el amor, dedicación y respeto de un gran equipo, de una gran familia, que todos los días, sin importar la hora, estuvieron pendientes y ocupados en darles lo que necesitaron, para que al llegar este maravilloso momento estuvieran listos y con un corazón lleno de amor para mamá y para papá”.