Todo apunta a que el arranque de la administración de Pepe Chedraui, en el Ayuntamiento de Puebla será más que complicado, principalmente por el tema financiero.

Lo adornen con la retórica que gusten, los pasivos son, en términos reales una deuda. Lo dijimos con los PPS de Rafael Moreno Valle, que seguimos pagando mes con mes los poblanos y lo reiteramos ahora.

El símil son las compras a crédito, por ejemplo, de un aparato electrónico o celular. Cada mes tendrás que destinar una parte de tus ingresos para pagar ese artículo que adquiriste a plazos fijos o meses sin intereses. Es decir, ya no cuentas con todos tus ingresos, ya tienes comprometida una partida y en el caso del municipio de Puebla, no puede ser omiso con esos “pasivos”.

El hoyo financiero, que negó el equipo de Adán Domínguez, podría acarrear serias consecuencias administrativas, jurídicas y hasta generar responsabilidades penales en caso de que se compruebe que el Ayuntamiento panista realizó un gasto excesivo del Presupuesto de Egresos de este 2024.

La guerra de declaraciones entre las autoridades salientes, las entrantes y demás voces políticas, en poco abonan a que la entrega de gobierno sea como en un inicio nos la quisieron vender: tersa.

De un lado acusan que se les ha restringido, cada vez más, la información real de la situación que guarda el gobierno municipal; del otro que se trató de un mal discurso, una desinformación del Tesorero, quien ya fue reprimido.

Ahora habrá que esperar a que se pueda conocer realmente si falta dinero, cuánto y qué implicaciones habrá, pero cuando el río suena, agua lleva y éste ¡vaya que está sonando!

Periodismo deportivo, su herencia

Ricardo Hernández Esparza, contador de profesión y periodista deportivo por vocación falleció. Su legado, está fincado en las estadísticas, esas que por una década compartió con los lectores de Intolerancia Diario donde colaboró con total compromiso.

Descubrió su amor a los deportes y principalmente al béisbol y al fútbol en las oficinas del estadio Cuauhtémoc, ya que su papá era el contador del equipo de La Franja.

La ciencia matemática le permitió contar con un rigor y con datos duros al momento de narrar los partidos, de presentar a los jugadores e incluso, para dejar los pronósticos.

Fue en 1992 cuando entró a Radio Oro para colaborar en “La Peña Deportiva” con Adolfo Kirn; después se convirtió en corresponsal de Ovaciones y del Diario Récord.

En 1994 compartimos los micrófonos de Tribuna en el programa “Deportivísimo” con Alberto Fabris del Toro y Germán Winder. Fue ahí donde conoció a Isaac Wolfson, un maestro de la estadística que colaboraba con el decano del periodismo radiofónico, Don Enrique Montero Ponce.

En los años en que no existía “San Google” ni celulares con Inteligencia Artificial, Ricardo cargaba un portafolio que debió pesar 4 o 5 kilos, por las libretas de apuntes que conservaba y las páginas repletas de recortes de periódicos, pegados con Resistol blanco.

Sin duda, su ausencia nos deja una gran tarea, continuar con ese rigor periodístico que lo caracterizó.