Si el Estado de Derecho se respetara en México, este mismo viernes se tendría que estar “borrando” del Diario Oficial de la Federación (DOF) la llamada Reforma Judicial.
Pero el supuesto es muy voluble, depende, literalmente de la voluntad de alguien que ha seguido los pasos del Tlatoani que habitaba en el Palacio Nacional y que se entercó en cumplir una venganza personal contra el único de los tres Poderes que impidió que las locuras del emperador destrozaran al país.
Ayer una nueva suspensión puso el punto sobre las íes. La jueza Nancy Juárez Salas otorgó una suspensión definitiva en la cual se ordenó eliminar la Reforma Judicial y detener el proceso seleccionador que había iniciado el INE bajo amenaza de caer en desacato, con las correspondientes consecuencias penales que eso lleva.
Sin embargo, se ve complicado que la presidenta, Claudia Sheinbaum, acceda a cumplir con lo que mandata la ley y más difícil aún, que el Ministerio Público o alguna fiscalía haga cumplir la sentencia de la jueza.
Digamos que en la actualidad, el Poder Judicial Federal vive en una especie de isla, en la cual sus resoluciones no pueden tener ningún efecto porque quienes deberían ser parte del engranaje para hacer cumplir la ley, simplemente están cooptados por el Poder Ejecutivo y embelesados con la Cuarta Transformación.
En esta larga novela de la Reforma Judicial se ha caído en desacato recientemente, antes de la suspensión ordenada ayer, y el camino para seleccionar a los jueces siguió avanzando pese a lo que otros jueces fallaron antes.
El grave problema es que este gran ejemplo será la constante y cada vez que un juez falle en contra de lo que los líderes de la 4T quieran o deseen simplemente los ignorarán, se pasarán por el Arco del Triunfo las determinaciones y harán lo que su santa voluntad les dicte, demostrando con ello, una vez más, que la famosa frase de su líder –Al diablo las instituciones- más que un grito de campaña, es su verdadero ADN.
El caso de la Reforma Judicial será este viernes en La Mañanera del Pueblo, la bandera con la cual se taparán otras urgencias del país como la imparable violencia en Culiacán que suma más de 40 días consecutivos y ayer llegó al grado de los atentados contra las oficinas del periódico El Debate.
El juicio en Estados Unidos contra el Mayo Zambada será otra preocupación real que resuene desde el Palacio Nacional hasta La Chingada, y del cual se dirá que fue un acierto sólo si conviene al gobierno y se acusará injerencia en caso de que las declaraciones terminen por dañar la “impoluta” (con comillas) vestidura de Ya Saben Quien.