¡Qué tranza, mis valedores! 

Hoy ando chípil por mis compadres de un lugar que hasta hace poco brillaba más que las esferas en diciembre, pero que ahora anda en llamas.

Nuestro Chignahuapan, el mero lugar de las esferas, las lagunas y las ferias que ponían al pueblo en el mapa, hoy está más sacudido que ring de Amalucan.

Primero lo primero, mi mai: aquí el problema viene desde arriba, y no de ahora, sino desde hace rato, cuando empezaron a meterle más política que cariño.

Resulta que los meros jefes se andan echando un buen tirito post-electoral, y a los valedores chignahuapenses se los anda llevando la chingada.

Nomás pa’ arrancar, les bajaron el Festival de la Luz y de la Vida —evento que dejaba más de 80 millones de pesos— ¡pum! cancelado por los pleitos. Así nomás, se fregaron el evento y con ello las ganancias del año. Y ahí tienes a los comerciantes perdiendo porque unos cuantos andan con sus desmadritos políticos.

Los mismos valedores del pueblo, ya desesperados, tuvieron que salir a limpiar las calles porque nadie se apareció a meterle orden.

¿Y quién le va a meter los guantes al Concejo Municipal? Porque esos cuates ni saben las mañas ni conocen las broncas del lugar, y en lugar de echarle ganas, parece que nomás vinieron a cobrar sin bajarse del ring.

Y pa’ que no digan que acá uno exagera, no hace mucho que se armó la buena: en plena protesta pacífica, se lanzaron como los grandes, pidiendo el respeto de su voto y que les pongan a alguien que de verdad sepa de lo que pasa en su tierra.

Ya hasta le dieron paso libre a los turistas en la autopista, así, con puro corazón, pa’ que no digan que no saben apoyar.

Y, claro, le piden a las autoridades que den la cara. ¡Qué les cuesta! Pero ya sabemos que en la arena política las promesas no valen ni una mordida de cabellera.

¡Pero espérense, que esto no termina ahí! Este pueblo mágico ahora se volvió el lugar más peligroso para los polis en todo el estado. ¡Cinco elementos caídos nomás este año! Ahí está la estadística pa’ que vean que esto no es cuento de su héroe de barrio

Y no me vengan con que “están investigando”, porque esa historia ya la hemos oído antes.

A este circo le podemos seguir sumando problemas porque ayer una balacera en la central de autobuses le costó la vida a un empresario del turismo y a Carlos Benavides, un profe de Educación Física bien querido en el barrio, a quien ejecutaron sin misericordia en plena luz del día.

¿Y las autoridades? Calladitas, como si la violencia fuera parte de la agenda

Es que la cosa está tan fuera de control que hasta el SNTE se sumó al reclamo; imagínense, hasta la sección 51 del sindicato tuvo que pedir justicia para el profe

Esto ya no es problema de unos cuantos; es el reflejo de un sistema que está más roto que las cuerdas de mi primer ring.

Y pa’ acabarla de amolar, tenemos la Laguna de Chignahuapan, que solía ser el lugar de paz y descanso. Pero ahora se ve como el mero reflejo del triste presente: llena de algas, descuidada y olvidada

Un espejo de todo lo que anda mal por allá. ¿Qué va a pasar con ese espacio? Nada, porque no está en los discursos ni en las promesas.

Un Pueblo Mágico que tenía todo pa’ brillar y ahora anda cargando con puro costal de problemas

Si alguien no mete las manos pronto, Chignahuapan va a pasar de ser la tierra de la esfera a ser la sierra de las desgracias.

Que no se les olvide: es la gente de Chignahuapan la que termina pagando el precio de esta triste pelea sin fin.