Aunque los ojos del mundo estarán en las elecciones de Estados Unidos, donde Kamala Harris y Donald Trump se disputan codo a codo cada voto, en México la discusión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la votación del proyecto de sentencia del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, atraerán los reflectores.
La inconstitucionalidad, parcial, de la llamada Reforma Judicial, ha sido uno de los temas más manoseados por los Poderes Ejecutivo y Legislativo federal.
Ayer mismo la presidenta Claudia Sheinbaum volvió a usar las verdades a medias para desinformar. Afortunadamente las “mañaneras de los jueces” y diversos abogados han apostado por utilizar las “benditas redes sociales”, para aclarar y desnudar la demagogía con la que se pretende desacreditar a los ministros de la SCJN.
A los señalamientos sobre presiones e investigaciones contra las personas juzgadoras que han concedido suspensiones a la Reforma Judicial se suma el discurso demagógico para desacreditar un proyecto de sentencia de 366 páginas y un enorme equilibrio.
Aunque en el discurso que pronunció ayer, en la “Mañanera del Pueblo”, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró “¿Quién es el Constituyente en México? Las dos terceras partes de la mayoría en la Cámara de Diputados, las dos terceras partes de la mayoría en la Cámara de Senadores y la mayoría de los Congresos locales, a ellos les corresponde cambiar la Constitución. Eso lo dice claramente la Constitución de la República”, sin embargo, sus datos son falsos.
El llamado Constituyente de 1917, que creó la Constitución, hoy ya no existe. Lo que actualmente opera es un Poder Reformador, mismo que está limitado por la Constitución y los tratados internacionales.
Es decir, que no basta que la mayoría calificada de la 4T arrase con sus votos en el Congreso de la Unión y cuente con los votos de 16 congresos locales para incluir leyes que contravengan, por ejemplo, los derechos humanos, incluidos en los tratados internacionales.
Otra falsedad en la que ha caído, en su insistencia por defender la Reforma Judicial: “la Corte recibe un amparo de partidos políticos que no tienen personalidad jurídica, primer problema, para poder presentar estos amparos -segundo- porque son partidos políticos que, en todo caso, se rigen por las leyes electorales y en todo caso debería de ser ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación”.
Lo que realmente sucedió es que la SCJN admitió acciones de inconstitucionalidad presentadas por partidos políticos, quienes sí tienen legitimidad para impugnar la Reforma Judicial. Aunque ambos son tecnicismos, son mecanismos de control diferente y alguien debería informar de ello a la presidenta.
La sesión de este martes en la Suprema Corte contará con marchas y plantones de apoyo en las inmediaciones de su sede, en pleno zócalo capitalino. Los ojos de la democracia mexicana estarán sobre las y los magistrados que pueden lograr la mayoría calificada para aprobar el proyecto de Juan Luis González Alcántara Carrancá.
Se aceptan apuestas.