Un viaje a Veracruz de ida y vuelta, que sería “rapidito”, terminó en un calvario. El derrumbe en Cumbres de Maltrata, que mantiene cerrada desde hace 16 días la autopista 150D Veracruz-Puebla, obliga a los conductores a utilizar la carretera Veracruz-Xalapa-Puebla.

Al ser la alternativa más viable, el tráfico se incrementa y uno puede tardarse hasta seis horas más de lo que habitualmente haría. En el mejor de los casos, sólo perderá una hora y media.

Mientras esperaba impacientemente a recorrer un kilómetro más revisé las actualizaciones. Todas desalentadoras y al más puro estilo de la 4T.

De entrada, al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, le vale un sorbete el tema. Él tiene claro que el próximo 30 de noviembre, en tres semanas más, deja el estado y huye para sumarse al gobierno de Claudia Sheinbaum.

Así que el problema para reabrir la circulación en esta importante autopista se lo heredará a otra representante de cuarta, de la Cuarta Transformación: Rocío Nahle.

Caminos y Puentes Federales (Capufe) se ha mantenido hermética, sin embargo, ha trascendido que después de 16 días sólo se ha retirado el 8 por ciento de los 130 mil metros cuadrados de tierra que se calculan.

Las labores son lentas, un poco por el frío y la lluvia de la zona, pero serán mucho más largas de lo necesario porque las autoridades morenistas decidieron aplicar la austeridad y Capufe opera sólo con dos retroexcavadoras.

¡Así nunca van a terminar!

A la falta de maquinaria se suma el cambio de gobierno y claro está, las vacaciones de fin de año, así como el ajuste de año presupuestal a nivel federal. En resumen, se estima que para febrero se pueda abrir un solo carril y que la reapertura total sea como en seis meses más.

Y mientras turistas, empresarios y hasta el comercio, esperando a que los morenistas entiendan la gravedad de mantener bloqueada la arteria que comunica con el sureste del país.

Llevamos 16 días con el caos y los líderes de la Alianza Mexicana de Organizaciones Transportistas (Amotac) y de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) estiman en más de 100 millones de pesos, las pérdidas para el sector del transporte de carga.

El recorrido alterno, suma unos 200 kilómetros, lo que ha obligado a que los viajes para camiones de carga pesada también aumenten sus costos. En promedio, los fletes han incrementado 10 por ciento de su precio, en dos semanas.

Y ese costo al final se reflejará en un alza en los precios que se le da al consumidor final, lo que indiscutiblemente pegará en la inflación, pero al gobernador Cuitláhuac eso es lo que menos le importa en este momento.

Vamos, ni siquiera se dignó a separarse un minuto de las fiestas regionales por el Día de Muertos, cuando los reporteros le preguntaron cuántas personas habrían quedado debajo de la tierra, las rocas y los escombros que dejó el alud. “De eso no voy a hablar hoy”, soslayó y regresó a su baile. Y pues no, no habló ese día del tema ni al otro ni una semana después.

Así, mientras la crisis de movilidad se agrava, el gobernador sigue disfrutando de sus últimos días en tierras jarochas antes de lanzarse a la Ciudad de los Palacios y dejarle el problemón a la mujer que inaugura refinerías que no refinan nada.

Bonita familia.