Esta será la última semana que Sergio Salomón despache en Puebla como gobernador. Serán días de intensa actividad, principalmente por el maratón de obras que se entregarán.

La nueva infraestructura en Puebla lo mismo incluye carreteras y puentes que cambiarán la vida de quienes habitan pequeñas y lejanas comunidades en el interior del estado, que a los millones de habitantes que viven en la capital y su zona conurbada.

Distribuidores viales como el de la Vía Atlixcáyotl se sumarán a la inauguración de la Línea Metropolitana o RUTA 4, un servicio de transporte masivo que por décadas fue una urgencia, para quienes necesitaban trasladarse sobre el Periférico Ecológico.

En estos últimos días también habremos de recorrer las nuevas instalaciones del Instituto Politécnico Nacional, un espacio donde miles de jóvenes se prepararán y forjarán un futuro más productivo.

La nueva sede del Poli es de tal relevancia que para el miércoles ya se tiene contemplada la presencia de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum.

La cantidad de obras realizadas por la administración de Salomón, en tan sólo dos años, es mayor a las que se realizaron en el sexenio -completo- de Rafael Moreno Valle, amen que la pertinencia social de la nueva infraestructura está pensada para ser útil por muchos años más.

En el caso de la sede del Congreso se calcula que será funcional por 200 años. Ciudad Universitaria 2 y el CECyT también durarán décadas sirviendo a los poblanos. Incluso obras como CAPU Sur, donde la inversión es de los propios concesionarios, están pensadas para que durante los próximos siete lustros coadyuven a detonar la movilidad interna y al turismo.

En resumen, el gobernador, quien ya tiene sobre su escritorio un listado de acciones a seguir en sus primeros días como titular del Instituto Nacional de Migración (INM) ha decidido concluir su mandato haciendo eco de las palabras que él mismo pronunció en su último informe: “Yo no tuve la oportunidad de legitimarme como gobernador en las urnas, por lo que luché todos los días por legitimarme en los hechos, y espero que estos saltan a la vista”.

Salomón dejará en la mente de los poblanos, el recuerdo de un gobernador que concilió, como ayer mismo lo reconoció el gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez, y también la claridad de que para hacer mejoras en un estado no se requieren de fotografías en revistas nacionales ni espectaculares en el país durante un sexenio, basta con realizar acciones diarias.

Dejará el gobierno, en su mejor momento.

Ni más ni menos.

La seguridad botada

La semana pasada hablamos en esta misma columna de la designación de Daniel Iván Cruz Luna como magistrado y de cómo habría dejado botada la Secretaría de Seguridad Pública del Estado; faltando menos de una quincena para que acabara la actual administración era imposible designar a un nuevo titular.

Daniel Iván Cruz llegó de la mano del exgobernador Miguel Barbosa y pese a la narrativa de sus ruedas de prensa, la inseguridad en Puebla no logró disminuir sensiblemente.

Las retenciones este fin de semana de marinos en Palmarito Tochapan y la ejecución de un presunto líder criminal de Iguala, Guerrero, en un salón de fiestas, en la capital poblana, muestran que dejó una dependencia con muchos pendientes.

Entre esos pendientes está el caso del Cereso de Ciudad Serdán, ese en donde arrumbaron a las mujeres del estado, para -según- cumplir con una recomendación de la CNDH agravando la violación a los Derechos Humanos de las mujeres privadas de la libertad.

Madres que no han podido ver a sus hijos en siete años, espacios de castigo para quienes alcen la voz y ausencia de servicios médicos que ya han cobrado la vida de Alma Delia o la amputación de una pierna a otra mujer, son parte de esas violaciones que también quedaron en el tintero de quien ya es magistrado.

Hay prioridades y ya vimos cuáles son las del exsecretario.