Después de tres décadas de trabajo y con el objetivo firme, Alejandro Armenta vio coronado su sueño de ser gobernador constitucional del estado de Puebla.

Durante toda su carrera política, Armenta ha sido incansable, incluso hiperactivo. Su energía constante ha sido comentada por muchos.

El recorrido político lo tuvo muy claro. Su brújula jamás perdió el norte. La ruta trazada tuvo momentos críticos, pero de todos ellos salió avante o encontró cómo recuperar el camino.

Su desesperación por triunfar en el ruedo -político- le obligó a trabajar a marchas forzadas e incluso en jornadas dobles entre el Congreso de la Unión y Puebla, principalmente, en el interior del estado.

La presentación de su Plan de Gobierno 2024-2030 refleja que Alejandro Armenta sabe lo que quiere, que tiene claras sus prioridades, así como las acciones necesarias para lograr el desarrollo de Puebla.

Seguridad, Salud, Educación, Campo, Tecnología, Cultura y Deporte tuvieron un lugar muy especial en su primer discurso como mandatario. Para cada rubro hubo una ruta de acciones y claro, delineó cuál es la meta a la que se debe llegar.

En todas y cada una de estas áreas el camino se ve complejo, lo mismo por la necesidad de crear y destinar recursos como en las áreas de cultura y deporte, como por lo multifactorial que será reducir los índices de inseguridad y las brechas educativas.

Alejandro Armenta ha elegido para estas -y otras- tareas a colaboradores con perfiles muy diversos y en algunos casos cuestionables. Ahora, lo interesante será ver cuántos de sus seleccionados están a la altura de las expectativas.

Y aquí, sin jugarle al adivino, me atrevo a decir que al menos un par de directores y secretarios estarán tirando la toalla antes de que llegue la próxima primavera.

La urgencia de realizar evento tras evento se mostró desde este primer fin de semana en donde lo mismo tuvo actos protocolarios, que entrega de patrullas, recorrido social y hasta inauguración de festivales navideños.

Todas estas primeras acciones nos hablan de cómo aprovechó la larga etapa de transición. Aunque por ley podía comenzar en noviembre, Armenta utilizó cada minuto, desde el 3 de junio de este 2024, para comenzar a delinear cuáles serán las acciones de su gobierno.

Sin embargo, ahora se requiere que la maquinaria que lo acompaña camine a la par del cerebro y es ahí donde está el verdadero reto para el gabinete legal, el ampliado y en resumen de todos los que acepten tener responsabilidades en su gobierno.

¿Podrán todos los funcionarios públicos estar a la altura del nuevo gobierno? Tengo serias dudas sobre varios y varias.

Veremos y diremos.