Una de las pocas tareas que tienen los diputados federales es la creación y actualización de las leyes. La aprobación del Presupuesto federal y las gestiones son otras de las actividades para las cuales se alquilan.
Pese a que entre sus obligaciones laborales está la presentación de iniciativas, pareciera que los legisladores federales por Puebla prefieren tirarse a la hamaca y lo digo por dos figuras en particular: Nacho Mier y Maiella Gómez.
Ambos legisladores, Nacho en la pasada y Maiella en la actual, han tenido en sus manos la posibilidad de atender el tema de la reducción de la jornada o las famosas #40Horas.
Pese a que Mier era líder de la bancada morenista y contaba con los votos necesarios para imponer la reforma, decidió dejar el pendiente a la siguiente legislatura.
Ahora la presidenta de la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados de la LXVI Legislatura, Maiella Gómez Maldonado, reconoció cínicamente que en lugar de trabajar en una iniciativa -y con ello avanzar el cabildeo-, esperará plácidamente a que la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, le haga la tarea y sea ella quien mande la iniciativa.
Esto nos demuestra el nulo interés de los legisladores de la 4T en realmente presentar reformas que beneficien a quien ellos denominan “el pueblo bueno” y de paso, que los diputados federales por Puebla prefieren tomarse las cosas con calma, aunque eso implique años de atraso.
¡Ah!, pero no fuera la reforma a la Ley del Infonavit, porque para esa sí que están más puestos que un calcetín para aprobarla en las comisiones y levantar el dedo al unísono aunque esto represente el enorme riesgo de perder los fondos de ahorro de millones de trabajadores.
Así las prioridades de nuestros diputados, hechos no discursos.
Jugando a las casitas
Para el proyecto de vivienda del Bienestar, donde el Infonavit se convertirá en una constructora de vivienda se habrán de expropiar terrenos en casi todas las entidades del país.
En Puebla, según se ha dicho, tenemos algunos bancos de tierra, otros espacios tendrán que ser “cedidos” por ejidatarios para que ahí se construyan las nuevas casas, que prometen cumplir con los requerimientos mínimos de espacio y urbanización para hacer habitables los conjuntos.
La expropiaciones de la 4T serán, lo disfracen como lo disfracen, un tema muy parecido a esas cosas que hacían los gobiernos del pasado. Ojala al menos sean mejores pagadores que “los neoliberales”.
Ya en diciembre pasado, comenté en este mismo espacio la complejidad de la verificación de hechos y dichos, comenzando por ser muy transparentes al momento de compartir la metodología.
También cuestioné por qué iniciar una administración apostando a que se difundirán falsedades.
Sin duda, el tema del ‘Detector de Mentiras’ dará para más entregas.