El paro en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) continúa y se empantana por la cerrazón de estudiantes.

Lo que debió ser una legítima protesta, ha sido opacado por la radicalización.

Este miércoles la Comisión de Diálogo ingresó por breves minutos a las instalaciones de Ciudad Universitaria (CU), sometida a un riguroso control cuasi militar.

Cacheados como delincuentes, los rodearon con una cuerda y obligados a caminar así, hasta llegar a la torre de gestión.

En el recorrido se observaron las malas condiciones en las que se encuentran ya las instalaciones con contenedores llenos y basura tirada en áreas del campus.

Además, tienen una cocina que pareciera industrial, con ollas y distinto material.

¿De dónde están sacando los recursos?

Jóvenes que dirigían el cerco portaban radios, siempre pidiendo indicaciones.

Los que estaban cubiertos del rostro gritaban, “¡caminen rápido!, ¡caminen lento!", con una estructura militarizada.

Incluso, para que comunicadores pudieran entrar a escucharlos el martes, también fueron cacheados y escoltados en medio de cuerdas.

La actitud excluyente refleja falta de transparencia y también clara intención de evitar que el proceso sea monitoreado por los ciudadanos y la sociedad en general.

Lo más preocupante no es que estudiantes pidan mejoras en las condiciones académicas y administrativas, algo completamente válido, sino que el ambiente se ha enrarecido por la forma de la movilización.

La rectora Lilia Cedillo ha mantenido una postura abierta al diálogo, reiterando su disposición para establecer mesas de trabajo y resolver inquietudes.

Pero ha sido rechazada, sin presentar el pliego petitorio, encerrados a piedra y lodo.

En tanto, miles de estudiantes ajenos son los que más sufren la interrupción de clases, temiendo por el impacto que esta protesta tendrá en su formación académica.

Es necesario reflexionar sobre un punto crucial: ¿existe alguien que, detrás de la movilización estudiantil, esté buscando minar el camino de la rectora Lilia Cedillo, especialmente en un año tan importante para su reelección?

El paro en la BUAP no debería ser utilizado como un instrumento de confrontación política.

Pero pareciera que así es.

Unidad guinda en Carranza

Solo era cuestión de tiempo para que Javier Vargas, uno de los nuevos liderazgos de Morena, se sumara al proyecto del gobernador Alejandro Armenta en el municipio de Venustiano Carranza, donde por fin habrá elección extraordinaria, proceso que arrancaron este 5 de marzo.

En esa demarcación, el candidato favorito es Ernesto García, quien compitió por la coalición Juntos Hagamos Historia y ahora Javier Vargas, lejos de buscar la candidatura por el PAN como se especulaba, echa toda la carne al asador para respaldarlo y amarrar el triunfo guinda.

De esta manera, dejar fuera a la cofradía de apellidos Valencia, familia que ha marcado negativamente a Venustiano Carranza los últimos años, con temas vinculados a asuntos delictivos.

Tiempo al tiempo.