Esta semana, el jueves 24 de abril arrancará la edición 2025 de la Feria de Puebla, un espacio que año con año enfrenta retos particulares.
En esta ocasión, el contexto nacional se impone, como en muchos otros espacios similares. La prohibición/recomendación para que los artistas en el Palenque no canten los llamados narcocorridos o piezas que hagan apología del delito.
La ‘censura’ se ha presentado bajo el argumento, bastante discutible, de que las canciones influyen en las acciones de jóvenes y adolescentes que encuentran en la llamada narcocultura una aspiración.
Pareciera que la historia, que ha demostrado que el arte, la cultura y la música son el reflejo de las sociedades, no cabe en la visión de la 4T, que insiste en tapar el sol o mejor dicho la violencia del país con el silencio de los cantantes.
Descafeinada
La Feria de Puebla ha sufrido importantes cambios, algunos han trasquilado su esencia, al cancelar las corridas de toros y las peleas de gallos.
Ahora intentan compensar con un Teatro del pueblo y un Palenque convertido en un espacio que se asemejará más a una sala de conciertos.
En los extremos, Aguascalientes ha apostado por mantener la tradición y la cultura, Puebla por el marketing.
18 días
Desde el próximo jueves y hasta el 11 de mayo, los gobiernos municipal, estatal y federal tendrán la titánica labor de garantizar seguridad a todos los asistentes a uno de los atractivos turísticos más importantes del estado.
La Feria además de ser un símbolo para los poblanos es la vitrina que muestra nuestro estado a muchos jóvenes que aprovecha una visita para asistir al Palenque o al Teatro del Pueblo a escuchar a alguno de los artistas que se han anunciado.
Y en ese mar de asistentes, locales y nacionales, la clave se centrará en mantener la seguridad después de las veladas amenazas tanto del CO, como de la 28 de Octubre, quien insiste en ‘recuperar’ el control de los alrededores de la zona de Los Fuertes.
Se dice fácil, pero serán 18 días de sudar la gota gorda.