Un artículo publicado en la revista Chaos reveló que dividir poblaciones grandes en pequeños grupos no mezclados entre sí puede ser beneficioso para mantener bajo control los brotes de covid-19 sin tener que recurrir a medidas de seguridad e higiene dentro de dichos grupos. Todo si se toma en cuenta la no interacción entre cada uno.
Para esto, se estudió a 500 infectados iniciales dentro de una población de 8 millones de habitantes, y se descubrió que la enfermedad se propagaba y las infecciones se duplican cada 6 días. Esto da un pico de cerca del 5 por ciento de infectados. Pero con 100 grupos de 80 mil habitantes cada uno, la cifra bajó al 3 por ciento y al 1 por ciento con 500 grupos de 16 mil personas cada uno.
La división de la población puede resultar muy eficaz cuando la pandemia se extingue en una fracción de los grupos, lo que ocurre cuando la cadena de infección termina súbitamente.
Los científicos del estudio descubrieron esto luego de realizar varias simulaciones matemáticas, las cuales demostraron que en grupos poblacionales pequeños es más fácil determinar los efectos del virus, en comparación con grandes poblaciones, donde los efectos secundarios son más difíciles de detectar.