Luego que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinara que el diputado federal por el Partido del Trabajo (PT), Gerardo Fernández Noroña, había incurrido en violencia política de género contra la legisladora por Acción Nacional (PAN), Adriana Dávila, este lunes el petista cumplió con ofrecer una disculpa pública.

El pasado 20 de enero el TEPJF confirmó la decisión del Instituto Nacional Electoral (INE), en la cual ordenaron a Fernández Noroña disculparse públicamente con la diputada panista Adriana Dávila por comentarios que incurren en violencia política de género, así como tomar cursos en la materia, de no hacerlo sería incluido en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género, lo que le impediría participar en algún proceso electoral.

En su disculpa, Fernández Noroña recordó los acontecimientos ocurridos el pasado 4 de octubre de 2019 y aceptó la responsabilidad de sus expresiones políticas. Reiteró su solidaridad, respaldo a la integridad y seguridad de la diputada federal, así como de su familia.

Asumiendo la responsabilidad y el alcance de mis palabras, ofrezco una disculpa pública a la diputada federal Adriana Dávila Fernández por las expresiones que utilicé en el Congreso de Tlaxcala el 4 de octubre de 2019 (…) La ofrezco con el fin de restablecer la dignidad, reputación y derechos político-electorales de la citada diputada en su vertiente ejercicio del cargo", añadió.  

Resaltó que ofrecía dicha disculpa, no sólo por acato a la sentencia del TEPJF, sino con la finalidad de erradicar la violencia contra las mujeres.

Si esta disculpa pública sirve para sentar las bases para eliminar todo tipo de violencia contra las mujeres, la hago de corazón, ya que lejos estoy de tener la menor intención de ejercer violencia de ningún tipo contra las mujeres”, subrayó.

Fernández Noroña, reconoció haber usado un “lenguaje coloquial”, además en conjunto con petista Jaime Cárdenas Gracia presentó una iniciativa para sancionar el consumo y no el ejercicio de la prostitución, en una búsqueda de eliminar esa forma de esclavitud contra las mujeres y niñas.