En  un recorrido efectuado por Intolerancia Tlaxcala por florerías de la ciudad, se pudo constatar que la venta de flores disminuyó en comparación con años pasados, ello derivado a la proliferación de contagios de Coronavirus, lo cual ha repercutido en la celebración del 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad.

De acuerdo con cifras preliminares del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera a nivel nacional (SIAP), al cierre de 2020 la producción de rosas alcanzó los 9.1 millones de gruesas, esto es un aumento de 1.7 por ciento en comparación con la producción de 2019 que fue de 8.9 millones de gruesas.

En noviembre del año pasado la exportación de flores mexicanas aumentó en 8 por ciento y se ubicó entre las principales mercancías agrícolas que se enviaron al exterior, pese a la coyuntura de la pandemia.

Sin embargo, la venta de las rosas no ha sido como otros años debido a que los comerciantes en la entidad señalaron que no ayuda el cierre temprano de locales, el cual ha sido impuesto por autoridades hasta las 19:00 horas, por lo que hasta el día 14 de febrero sólo vendieron un 50 por ciento de su producto.

Y aunque los vendedores de flores mencionaron que no han subido el precio de la rosa, no descartaron el aumento de los costos si continúa la pandemia. Las rosas son las principales flores que se venden seguidas de los girasoles.

“Ha estado muy tranquilo, tratamos de permanecer con nuestros precios porque cada que llega esta fecha los productores nos aumentan los precios, nosotros tenemos precios de 150 a 800 pesos dependiendo el gusto del consumidor”, señaló Luz María Flores, encargada.

No nos apoya mucho el horario estamos hasta las 7 de la tarde y si nos pasamos nos multan; este comercio es como una cadena, también le pagamos a los productores; ayer 13 de febrero normalmente se compraba, incluso, más que el mismo 14 de febrero y ahora se ve una disminución de hasta el 50 por ciento”, señaló, Andrea, comerciante.

El 14 de febrero se festeja el Día del Amor y la Amistad en muchos países y es  asimilada por la Iglesia Católica se remonta al siglo III en Roma, donde un sacerdote llamado Valentín se opuso a la orden del emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, considerando que los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras y vínculos sentimentales.

Valentín, opuesto al decreto del emperador, comenzó a celebrar en secreto matrimonios para jóvenes enamorados (de ahí se popularizó que San Valentín sea el patrón de los enamorados).