En un video difundido en sus redes sociales, el panista Ricardo Anaya compartió las experiencias de su visita a 13 municipios del estado de Tlaxcala, entre ellos, Apizaco, Calpulalpan, Contla, Panotla, Totolac, Xaltocan y la capital.

En todos ellos se entrevistó con familias dedicadas a diversos sectores de la economía del estado: productores de maguey, panaderos, tejedores, comerciantes y empleados, así como jóvenes estudiantes y adultos mayores pensionados, quienes le compartieron su preocupación por la baja en la actividad económica provocada por la pandemia de Covid-19 y los sacrificios que están haciendo para salir adelante.

Destacó su visita a Panotla, donde platicó con María y Denisse Carro Rosales, maestras de primaria y secundaria, respectivamente. Ellas pasaron de laborar una jornada normal a trabajar más de 12 horas por día, pues atienden las necesidades de sus alumnos y de los padres vía WhatsApp, desde que amanece hasta altas horas de la noche, además de hacerse cargo de la educación de sus propios hijos.

Antes éramos dueños de nuestro propio tiempo, hoy no tenemos un horario fijo y no tenemos ya tampoco vida personal”, le expresaron las maestras.

También le compartieron su preocupación porque el aprendizaje de las niñas y niños se ve muy limitado al no poder asistir a clases.

Ricardo Anaya, expresó que “tenemos una deuda enorme con las maestras y maestros de Tlaxcala y del todo el país”, quienes a pesar de las adversidades, se preocupan porque sus alumnos no dejen de aprender. También agradeció a la familia Carro por invitarlo a pasar la noche en su casa.

En Calpulalpan visitó a la familia Ramírez, conformada por don Genaro, pensionado del IMSS y sus dos hijas, que trabajan muy duro para salir adelante. En Nanacamilpa visitó el rancho San Isidro, en el que la familia del Razo se dedica al cultivo del maguey y elabora distintos productos, que exporta a Estados Unidos, Asia y Europa

 En Yauhquemehcan conoció las tradiciones en torno al carnaval, que este año tuvo que suspenderse por primera vez en su historia. Antonino y Hugo le explicaron el origen de la vestimenta de los huehues y la forma en que se organizan las “camadas” que participan en las danzas. “Es admirable el amor que los tlaxcaltecas sienten por su tierra y la forma en que se afanan por mantener sus tradiciones”, comentó Anaya.

Los comerciantes de Apizaco e Ixtacuixtla le externaron la forma en que los ha afectado la pandemia, no venden ni la mitad de lo que vendían, y los esfuerzos que han tenido que hacer para mantener abiertos sus negocios. En Santa Cruz, don Eraclio le explicó los pormenores de la crianza de conejos, a la que se dedica en una granja implementada en la parte trasera de su casa. 

Don Gustavo y doña Rosy, dueños de una panadería en San Juan Totolac, le dieron a probar el famoso “pan de fiesta”, que elaboran con la receta original que les legaron sus abuelos. Y en Contla de Juan Cuamatzi, don Orlando le enseñó los “saltillos” tejidos en telar manual, que son también una tradición de Tlaxcala.

 En Teolocholco, acudió con un grupo de jóvenes a las faldas de La Malinche, donde le mostraron los estragos que está haciendo el escarabajo barrenador en los árboles del bosque, y las acciones que de manera altruista llevan a cabo para impedirlo.

Estuvo también en la capital, Tlaxcala, donde recorrió varios establecimientos y conoció las grandes oportunidades que ofrece la industria, sobre todo la química y la automotriz, para el desarrollo del estado.