Investigadores mexicanos crearon un huerto urbano que utiliza inteligencia artificial para cuidar los cultivos en busca de reducir la huella ecológica y asegurar el consumo de alimentos en las grandes ciudades.
Enclavado en el Museo de las Ciencias de Universidad Nacional Autónoma de México (Universum), en la Ciudad de México, el huerto es monitoreado por un software que envía información a "la nube" con respecto a los que requerimientos de cada cultivo para mantenerlo en óptimas condiciones.
"Con ayuda de (la empresa tecnológica multinacional) Microsoft se tecnificó el huerto a través de sensores insertos en la tierra que nos alertan sobre las necesidades de cada cultivo y también se instalaron cámaras que monitorean el crecimiento de las hortalizas", dijo hoy miércoles a Xinhua la subdirectora de Universum, Claudia Hernández.
Asimismo, Hernández detalló que las cámaras de video verifican la coloración de las hojas y, en caso de detectar algo atípico, se manda un aviso para hacer lo necesario y lograr que la planta no muera.
"Cada planta tiene un código QR que las personas pueden escanear en sus celulares y así recibir la información que hay asociada a cada código, así como los cuidados que se le debe dar a cada planta", dijo.
Tener un huerto urbano representa múltiples ventajas desde el punto de vista económico y ecológico pues se tiene el control del tipo de fertilizantes que usa cada agricultor, el agua que destina y los cuidados que proporciona a las hortalizas, apuntó la subdirectora mexicana.
"Escogimos plantas que pudiéramos comer para asegurar también el consumo de alimentos como acelgas, jitomates, fresa, orégano, menta, etcétera, las que van de acuerdo al clima que hay en la Ciudad de México", refirió la subdirectora.
El proyecto que utiliza tecnología de punta, reiteró Hernández, ayuda a la toma de decisiones adecuada para el buen desarrollo del huerto y a reducir el impacto de la huella ecológica en México.
Además, este tipo de plantaciones urbanas podrían abastecer a comunidades vulnerables que no tienen acceso a ciertos alimentos o productos de la canasta básica debido a la inflación.
"Cuando empiezan a escasear los alimentos, a subir los precios de los mismos, lo más recomendable es regresar al autoabastecimiento, a enseñar a las personas a cómo cultivar ellas mismas y, al mismo tiempo, usar la tecnología a nuestro favor", sostuvo.
Por lo anterior, la subdirectora recomendó hacer huertos comunitarios en los edificios, donde se pueden colgar macetas y producir albahaca, orégano, etcétera y, al mismo tiempo, luchar contra la pobreza en el país.
"Al cultivar hacemos actividad física, obtenemos alimentos, ayudamos al medio ambiente, tenemos una mejor calidad de vida y consumimos alimentos más nutritivos al tenerlos a la mano, en nuestro hogar", dijo Hernández.
Otra de las ventajas del huerto es que los alimentos no deben transportarse desde lejos y sus costos no tienen que elevarse ni utilizar combustibles que contaminan para poder llegar a su destino.
"Hoy atravesamos por tiempos complejos, por lo que es recomendable regresar a la alimentación orgánica, a cuidar el planeta y, al mismo tiempo, ayudar a que la producción de alimentos sea más eficiente", agregó la subdirectora de Universum.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) promueve este tipo de cultivos urbanos aduciendo sus múltiples virtudes, como que un metro cuadrado de huerto citadino es capaz de producir hasta 20 kilogramos de vegetales al año; es decir, hasta 15 veces más de lo que suele recolectarse en fincas rurales.