La responsable de la Oficina de Atención a la Diversidad Sexual de la Secretaría de Cultura (SC), Adil Aranzubia Juárez Angulo, indicó que de todas las denuncias que ha recibido el organismo, el 70 por ciento es por discriminación.
Esta cifra, en su mayoría, pertenece a adolescentes, jóvenes adultos y se llegan a dar en municipios como Santa Ana, Apizaco y Tlaxcala, sin embargo, las problemáticas se dan en todo el estado de diversas maneras y modalidades, así como dependiendo de las condiciones en que vive la población LGBTQ+, usos y costumbres.
Juárez Angulo indicó que posterior a la denuncia, los afectados son canalizados a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) o al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), dependiendo si la persona afectada quisiera continuar con un proceso judicial o necesita acompañamiento psicológico o asesoría legal.
También aseguró que la oficina no tiene la cifra de los crímenes de odio ocurridos en el estado, aunque reconoció que existen antecedentes de que han ocurrido, por lo que detalló es un tema que se debe de reflexionar por la sociedad para romper con estigmas e ignorancia.
Pues no sólo es un problema de la población LGBTQ+, también afecta a los pueblos originarios, la población afroamericana, a las mujeres y mujeres trans, siendo estas últimas las más violentadas por discursos de odio.
Reconoció que en el tema de discursos de odio y crímenes, éstas situaciones van más allá de circunstancias legislativas, ya que en muchos casos existe falta de conocimiento en comunidades o poblaciones conservadoras, con respecto al tema de diversidad sexual.
“Es un dato sensible que procuramos no mencionar tan a la ligera, porque nuestros hermanos y hermanes han muerto a consecuencia del odio la estigma y discriminación”.
Añadió que los crímenes de odio tienen que ver no sólo por cantidad de muertes, también, por cómo se llevó a cabo el crimen; en la mayoría de los casos implican saña, violencia y lugar.
Ya que, en la mayoría de los casos, las personas de la comunidad fueron asesinadas en sus viviendas, mientras que las mujeres trans son asesinadas en espacios públicos, a nivel mundial.