Como cada año, en la tradicional “Bajada” de la Virgen de Ocotlán, miles de feligreses asistieron con la finalidad de mostrar su fe y devoción, luego de dos años de pandemia generada por Covid-19.

Desde la madrugada la Virgen de Ocotlán fue envuelta por el cariño de la población tlaxcalteca con las tradicionales “Mañanitas”, flores, música y oraciones.

En esta ocasión el artista Carlos Rivera fue el encargado de cantarlas, dando inicio a su procesión por las principales calles de la ciudad.

Alrededor de las 11:00 horas la Virgen de Ocotlán llegó a la capital, donde el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, llamó a las familias a construir y firmar la paz desde sus hogares.

También pidió a los tres niveles de gobierno y dependencias públicas trabajar en una política de paz, servir para un futuro justo y con dirección al respeto.

Salcedo Aquino agradeció el fin de la pandemia, ya que recordó que el año pasado la iglesia de Ocotlán aún se abría con restricciones y sólo se realizó por pocas horas el recorrido de la Virgen.

“Que vuelvan a nosotros esos sus ojos misericordiosos”, pidió el obispo al ser cuestionado sobre la principal petición que le realiza a la Virgen.