El cáncer cervicouterino es un tumor maligno que inicia en el cuello de la matriz, por el crecimiento anormal de las células en esta zona. Puede desarrollarse principalmente en pacientes mayores de 30 años y es uno de los tipos de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo, informó el doctor Arquímedes Díaz Parra, coordinador de Salud Pública del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala.

La gran mayoría de cáncer de cuello uterino se asocia con las diferentes serotipos de Virus del Papiloma Humano (VPH), sobre todo los tipos 16 y 18 que provocan una gran cantidad de lesiones precancerosas de gran malignidad, este virus se transmite principalmente por contacto sexual y la mayoría de las personas se infectan poco después de iniciar su actividad sexual; sin embargo, más de 90% de las personas contagiadas consiguen eliminar la infección.

“Las mujeres más propensas a desarrollar este tipo de cáncer son aquellas que: iniciaron sus relaciones sexuales antes de los 18 años, han tenido más de tres compañeros sexuales, y más de tres partos, fuman tabaco, tienen problemas de desnutrición y que además tienen infección por el VPH en el cuello de la matriz”, precisó Díaz Parra.

Al inicio las lesiones son tan pequeñas que no se pueden observar a simple vista y duran así varios años, pero en una etapa avanzada se pueden ver en la exploración ginecológica o causar otras molestias, como: sangrado anormal después de la relación sexual, entre los periodos menstruales o después de la menopausia, aumento del de sangrado genital y en ocasiones hasta con mal olor, dolor de cadera y pérdida de peso.

“Este tipo de cáncer se puede curar si se diagnostica en una etapa temprana y se trata con prontitud. La vacunación contra los VPH, la citología cervicovaginal comúnmente denominada Papanicolaou y el tratamiento de las lesiones precancerosas es una forma eficaz de prevenirlo” detalló el especialista.

Respecto al tratamiento, este puede ser con cirugía, quitando la matriz cuando apenas inicia, o con radioterapia y quimioterapia en los casos más avanzados.

El estudio indicado para detectar anomalías en el cuello uterino es la citología cervicovaginal con tinción de Papanicolaou, que se debe realizar una vez al año.  Es un estudio que se deben hacer todas las mujeres que ya iniciaron relaciones sexuales o por edad a partir de los 25 años. Consiste en la introducción de un espejo vaginal que permite ver el cuello de la matriz y tomar una muestra de células, que son analizadas para identificar si son normales o presentan alguna alteración.

“Antes de ser cancerosas, las células del cuello de la matriz tienen cambios que las hacen verse diferentes a las normales. A estas alteraciones se les llama displasias o lesiones precursoras del cáncer” explicó el coordinador.

Si el resultado es positivo a displasias o cáncer, la paciente se envía a una clínica de colposcopía en un hospital para corroborar el diagnóstico e iniciar el tratamiento en el consultorio en forma ambulatoria, es decir, no es necesario internar a la paciente y consiste en congelar, quemar o quitar una pequeña parte del cuello de la matriz.

Para realizarse el estudio de Papanicolaou, el cual es gratuito para las derechohabientes, la paciente debe acudir al consultorio PrevenIMSS en la Unidad de Medicina Familiar (UMF) que le corresponde.