El estrés es el conjunto de reacciones físicas y mentales que experimenta una persona cuando se ve sometida a diversos factores externos que superan su capacidad de enfrentamiento, por lo tanto, identificar a tiempo los signos de ayuda e implementar estrategias que lo contrarresten es primordial, explicó la coordinadora de Salud en el Trabajo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, doctora Nayhelli García Alavez.

Advirtió que la creciente presión en el entorno laborar puede provocar una sobrecarga física y mental en los trabajadores, lo que genera diversas consecuencias que afectan no sólo a su unidad. Esto crea un desequilibrio entre lo laboral y lo emocional, con consecuencias personales.

Detalló que los síntomas del estrés pueden variar de una persona a otra y se clasifican en diferentes tipos: emocionales, conductuales, cognitivos y fisiológicos.

Entre los síntomas emocionales se encuentran: ansiedad, miedo, irritabilidad, mal humor, frustración, agotamiento, impotencia, inseguridad, desmotivación o intolerancia. En los síntomas conductuales se incluyen: disminución de la productividad, repetición de errores, dificultades al hablar, risa nerviosa, trato brusco en las relaciones sociales, llanto, presión en las mandíbulas y aumento del consumo de sustancias nocivas.

Los síntomas de tipo cognitivo pueden manifestarse a través de las dificultades de concentración, confusión, olvidos, pensamientos menos efectivos, disminución de la capacidad para resolver problemas y reducción en la capacidad de aprendizaje. Los síntomas fisiológicos pueden incluir tensión muscular, dolor de cabeza, problemas de espalda o cuello, malestar estomacal, fatiga, infecciones, palpitaciones, respiración agitada, aumento de la presión sanguínea, agotamiento, mayor riesgo de obesidad y de problemas cardiovasculares, deterioro en la memoria y problemas de sueño.

“Según las estadísticas, el 75% de los mexicanos sufren fatiga debido al estrés laboral, superando a países como China y Estados Unidos”, subrayó la coordinadora.

El estrés crónico aumenta considerablemente los riesgos de enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad y otras enfermedades crónicas. También puede causar problemas como dolores de cabeza tensionales, disfunción sexual, caída del cabello y pueden tener un impacto devastador en la salud mental.

Otras posibles causas de estrés laboral pueden estar relacionadas con las características del trabajo y el contexto en el que se realizan las tareas, como el crecimiento profesional, la remuneración y los horarios.

“Se recomiendan estrategias de enfrentamiento desde las primeras etapas, comenzando por identificar la causa principal del estrés laboral y adoptar prácticas o estilos de vida que ayuden a modificar las consecuencias que se presentan como reacciones en el organismo”, explicó la especialista.

Es importante implementar una dieta saludable, dormir de siete a ocho horas diarias, evitar el consumo de tabaco y alcohol; llevar a cabo técnicas de relajación y meditación, escuchar música relajante y realizar ejercicios de estiramientos; practicar algún deporte es el mejor aliado para la liberación de endorfinas y ayudara a tener un descanso placentero por las noches.

También se recomienda buscar apoyo profesional para ayudar a liberar del estrés emocional, así como mejorar las habilidades de comunicación, ser amable, expresar las situaciones que causan algún tipo de conflicto y evadir enfadarse. Es importante una actitud positiva ser más empático, aumentar la asertividad y tener una actitud positiva en la vida cotidiana y en el trabajo.

“El IMSS ofrece herramientas técnicas e información de apoyo, tanto para las empresas como para las y los trabajadores, en temas de salud mental y cuidado de las emociones. Pueden acceder a ellas a través de la plataforma CLIMSS en el sitio https://climss.imss.gob.mx/ o llamando a la línea telefónica 800 2222 668 opción 4. También pueden acudir a la Unidad de Medicina Familiar correspondiente para ser evaluados y si es necesario, ser remitidos a un especialista en psicología”, concluyó la Dra. Garcia Álvarez.