Luego de que la Secretaría de Salud (Sesa) emitiera un comunicado y alerta epidemiológica por casos de Síndrome de Guillain-Barré en diversas zonas de la entidad, como Santa Cruz Tlaxcala, la Capital y Calpulalpan, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Javier Zamora Ríos, sostuvo que todos los afiliados deben de continuar con las medidas necesarias para cuidar la salud de los comensales que se generaron durante la pandemia de coronavirus.

Destacó que los restauranteros afiliados, deberán contar con gel antibacterial y las recomendaciones de lavado de manos, así como asegurar la adquisición de distintivos como sitio limpio o “H”.

Añadió que junto con el gobierno del estado y la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Tlaxcala (Coeprist), se mantiene una capacitación a los trabajadores de restaurantes y cocina, para evitar más casos del síndrome.

Zamora Ríos descartó que la alerta epidemiológica genere desconfianza para consumir alimentos en los restaurantes de la entidad, ya que confió que no llegue a oídos del turismo los diversos casos presentados en la entidad.

“No creo porque la mayoría de los visitantes llegan de la Ciudad de México y llegan huyendo de la ciudad, y ni se enteran, pero nosotros sí hay que tomar cartas en el asunto y presentar alimentos con higiene”.

La alerta

En días pasados la Coeprist dio a conocer que los establecimientos de plantas purificadoras de agua deberán contar con sus análisis bacteriológicos, y fisicoquímicos del vital líquido vigentes, para contribuir a salvaguardar la salud de la población y evitar que estén presentes bacterias que pongan en riesgo a los tlaxcaltecas.

Hasta el momento se han reportado 24 personas con síntomas, aunque sólo se han confirmado ocho personas.

Dicho síndrome se transmite a través de virus como el del zika, gripe o influenza, o también por bacterias que contaminan alimentos como el pollo, sus síntomas son inestabilidad a la hora de caminar, visión doble o incapacidad de mover los ojos, dolores fuertes, similares a los calambres y que se presentan principalmente en las noches, dificultad para controlar la vejiga, aceleración de la frecuencia cardíaca y presión arterial alta o baja.