Durante la renovación del representante del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional (PAN), consejeros y militantes se manifestaron frente a las oficinas del partido en contra del proceso de elección.
Los militantes, con más de 20 años en el partido, acusan a la exdirigente Miriam Martínez Sánchez de querer apropiarse del comité al colocar a su cónyuge Ángelo Gutiérrez como próximo dirigente. Por ello, con cartulinas y consignas, exigieron la salida de Martínez Sánchez y su familia, destacando que la dirigencia no es aliada, lo que generó una elección a puerta cerrada.
Con la presencia de Julio César Hernández Mejía, coordinador del Partido, Carlos Carreón Mejía, Julio Álvarez, el expresidente del partido y exdiputado José Gilberto Temoltzin, pidieron una elección abierta y no por los consejeros municipales, adelantando que de continuar imponiendo nombramientos el partido podría verse fracturado. Acusaron manipulación y obstaculización de la libertad y transparencia.
Pese a ello, negaron que al interior del partido exista una desbandada y, por el contrario, dijeron que seguirán luchando por la unidad y una dirección que mantenga a la militancia.
La confrontación
Tras varios minutos de tensión y con puertas cerradas del CDE, los militantes comenzaron a exigir que se abrieran las puertas, intentando derrumbarlas, lo que provocó nerviosismo. Finalmente, se utilizaron extinguidores por parte de seguridad y otros militantes al interior del edificio. También trascendió que se dispararon petardos, provocando ligeras heridas a un periodista y molestia entre los militantes.
Ante ello, los miembros inconformes añadieron que continuarán impugnando y esperarán la resolución de las tres impugnaciones realizadas en su tiempo en el comité y, de ser necesario, llevarán la situación a tribunales.
Más tarde, salió el ahora presidente del CDE, Ángelo Gutiérrez, señalando que la manifestación se trató de un "grupo de choque" por parte de personas que no eran afines al partido. Calificó la sesión extraordinaria del consejo como exitosa, ganando por unanimidad y bajo la norma.
El expresidente de Apetatitlán informó que se trató de un boicot de elección por parte de actores afines a Adriana Dávila; sin embargo, aseguró que no tuvieron éxito y que, al contrario, el partido está más fortalecido, negando que su nombramiento sea ilegal.
Añadió que aquellos que han traicionado al partido no tendrán más cabida en Acción Nacional y afirmó que trabajará para recuperar al blanquiazul.
Destacó que se identificaron 15 militantes afines a Adriana Dávila. No obstante, al ser cuestionado sobre la agresión a militantes y periodistas por parte del personal al interior del comité, Ángelo Gutiérrez negó haber contratado un grupo de choque y justificó que al interior del comité solo había militantes.
Finalmente, se indicó que la designación fue un "madruguete", ya que desde horas antes ya había sido nombrado el próximo dirigente.