La ministra islandesa de Educación e Infancia, Ásthildur Lóa Þórsdóttir, presentó su dimisión este viernes después de que la televisión pública RÚV revelara que, a los 22 años, tuvo un hijo con un joven de 15 mientras dirigía un grupo juvenil religioso.  

Aunque la edad de consentimiento en Islandia es de 15 años, la ley prohíbe relaciones entre adultos y menores en situaciones de dependencia, como en entornos educativos o religiosos, con penas de hasta tres años de cárcel.

El afectado, que entonces tenía 16 años cuando nació el bebé, declaró a RÚV que solo pudo ver a su hijo el primer año y luego de forma esporádica, aunque pagó manutención hasta su mayoría de edad.

Documentos muestran que intentó, sin éxito, contactar con el Ministerio de Justicia y la Iglesia para acceder al niño.  

La primera ministra, Kristrún Frostadóttir, calificó el caso de "serio" y destacó que Þórsdóttir asumió su responsabilidad.

La exministra, del Partido del Pueblo (centroizquierda), seguirá como diputada en la coalición de gobierno formada por socialdemócratas, liberales y su partido, en el poder desde las elecciones del 30 de noviembre.  

Con información de Aristegui Noticias